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2015, el peor año para los inmigrantes indocumentados de Estados Unidos

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Univisión.com
Jorge Cancino

El 2015 deja un mal sabor de boca para los más de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Comenzó con la esperanza de legalizar temporalmente a unos 5 millones de indocumentados y finalizó con dos graves contratiempos: las cortes frenaron el beneficio y más de 2.5 millones de sin papeles han sido deportados desde que el presidente Barack Obama llegó a la Casa Blanca en el 2009…

“Obviamente el año no transcurrió como esperábamos”, dijo a Univision Noticias George Escobar, director de servicios de Casa de Maryland. “Empezó con muchas promesas, con mucho entusiasmo. Estábamos preparados para inscribir a nuestra comunidad en DAPA y DACA, pero tuvimos la fuerte realidad de enfrentarnos con una derecha organizada y estratégica que supo frenar los planes del gobierno”.

Los planes citados por Escobar estaban incluidos en una Acción Ejecutiva anunciada por Obama el 20 de noviembre del 2014 y frenaban temporalmente la deportación de unos 5 millones de indocumentados padres de ciudadanos y residentes permanentes (DAPA, por su sigla en inglés) y dreamers protegidos por la Acción Diferida de 2012 (DACA, por su sigla en inglés), quienes además recibirían una autorización temporal de empleo.
El primer golpe

El 16 de febrero, dos días antes de su entrada en vigor, una corte de Texas dictó una medida cautelar que frenó el beneficio tras una demanda presentada el 3 de diciembre del año pasado por 26 estados, 24 de ellos gobernados por republicanos.

El dictamen fue ratificado en marzo y en noviembre la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, en Nueva Orleans, reiteró la sentencia. El Departamento de Justicia acudió entonces a la Corte Suprema para que revise las sentencias y resuelva en el verano del 2016.

“Hemos llegado a esto por una retórica extremadamente alarmante de los republicanos que nos hace reflexionar bastante sobre lo que debemos hacer el próximo año, cuando elijamos un nuevo presidente y un nuevo Congreso”, agregó Escobar. “Debemos enfocarnos en elegir un candidato que represente a nuestra comunidad, registrar a la gente para que vote y naturalizar a los residentes legales permanentes que reúnen requisitos para convertirse en ciudadanos estadounidenses”.

Un reporte de la Casa Blanca, publicado en septiembre, reveló que 8.8 millones de residentes legales permanentes pueden iniciar los trámites para jurar como ciudadanos y participar en la elección presidencial del primer martes de noviembre del 2016.

“Estamos ayudándoles a que lleguen a las urnas”, dijo Escobar. “El 2016 será clave para nuestro movimiento. Esperamos la decisión de la Corte Suprema y nos permita inscribir a 5 millones de personas, pero simultáneamente a lo largo del año estaremos enfocados en la elección del sucesor del presidente Obama”.

Se puede más

A la pregunta si Obama pudo haber hecho más este año por los indocumentados, Escobar dijo que “sí”, pero advirtió que el mandatario “es un prisionero de sus estrategias que adoptó en los años anteriores”, entre ellas la promesa de 2008 cuando dijo que empujaría una reforma migratoria en el primer año de su primer mandato y no lo hizo, aprovechando que su partido, el demócrata, tenía el control de ambas cámaras del Congreso.

“Al final hizo lo que pudo en el 2015, siete años después. Sin embargo pensamos que pudo haber hecho más, como cerrar los centros de detención de niños migrantes y parar las deportaciones”, apuntó. “Reconocemos que está bajando el número de deportados pero seguimos teniendo la situación de gente que está siendo deportada sin antecedentes criminales”.

Un reporte publicado por Univision Noticias a comienzos de septiembre, basado en datos de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) reveló que el 41% de los deportados durante los primeros 11 meses del año fiscal 2015 no tenía antecedentes criminales.
Nuevas exigencias

“El presidente aún necesita mostrarnos a nosotros, todos los días, que puede hacer mas por nuestra comunidad. Cierre los centros de detención y no permita que el nuevo incremento de menores detenidos en la frontera con México sean tratados de manera inapropiada, y no los ponga en centros de detención de ICE, sino reunifíquelos con sus familias. Y asigne más recursos a las Cortes (de Inmigración) para acelerar sus casos. Claro que sí puede hacer más; todavía puede hacer más”, indicó.

Escobar también dijo que otra de las prioridades de la comunidad inmigrante es no permitir que el próximo Congreso sea dominado por el discurso antiinmigrante como el mostrado hasta ahora por los aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano. “Ellos ya se dieron a conocer, ya se rebelaron. Ahora nos toca a nosotros decidir con nuestro voto”, concluyó.

Sabor “agridulce”

Para otras organizaciones, el balance del año 2015 es agridulce. “Nos topamos con un Congreso de mayoría republicana que se negó a presentar y debatir un plan de reforma migratoria amplia, y permitió que el bando antiinmigrante y anti-reforma dictara su agenda legislativa”, dijo a Univision Noticias Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice. “Y no sólo eso, sino que las posturas de línea dura se extendieron a la contienda por la nominación presidencial que se ha caracterizado por un debate feo, divisivo e incluso de tono racista donde el favorito, Donald Trump y sus propuestas hostiles han alborotado un avispero de xenofobia que es una afrenta a la tradición inmigrante de este país”.

Sharry agregó que tras el freno a la Acción Ejecutiva, para la Administración de Obama el 2015 “resulta un balance complicado, porque a poco más de un año de concluir su segundo y último mandato uno de sus principales legados sería la deportación de más de 2.5 millones de indocumentados”.

De la posibilidad de debatir un plan de reforma migratoria en el 2016 Sharry dijo que el escenario “es muy complicado” porque el bando antiinmigrante “está dirigiendo la orquesta” en el legislativo.

“Hasta el momento la marcha hacia la extrema derecha del partido dominante en el Congreso y de sus precandidatos presidenciales no parece evidenciar que haya voluntad de abordar este asunto en año de elecciones. Me parece, no obstante, y sin recurrir a frases trilladas, que todos estos ataques a la comunidad hispana e inmigrante deben ser respondidos en las urnas”, indicó.

El director ejecutivo de Americas Voice apuntó que “el voto latino tiene que dejarse sentir de tal modo, que tanto quien gane como quien pierda entiendan que a esta comunidad se le respeta. Y si se le ataca, hay consecuencias. Y si no se cumplen las promesas, también las hay”.

Año “malo”

Para Roberto Izurieta, director del Programa Latinoamericano y Campañas Políticas de la Universidad George Washington, el 2015 fue definitivamente “malo” en cuanto a inmigración, e indicó que “debimos haber terminado con una reforma migratoria integral” que saque de las sombras a los 11.3 millones de indocumentados que viven en el país.

Respecto a si Obama pudo haber hecho más durante su séptimo año de mandato (el tercero de su segundo término), Izurieta dijo que “no lo creo. Pienso que llegó al límite de sus capacidades. Y de acuerdo a los republicanos, pasó el límites de sus capacidades como mandatario”.

En la demanda entablada el 3 de diciembre por los 26 estados, los detractores de la Acción Ejecutiva argumentaron que el beneficio viola la Constitución y que Obama se extralimitó en sus poderes ejecutivos.

Del papel actuado por el Congreso en el año que finaliza, dijo que “es una vergüenza que no hayan permitido ni siquiera dar la discusión de una reforma migratoria”, e insistió en que el tema “sin duda es necesario y soy de los que piensan que también le habría convenido al mismo Partido Republicano llegar a la elección presidencial con este tema resuelto”.

Plan truncado

El 27 de junio de 2013 el Senado aprobó un plan bipartidista de reforma que legalizaba a la mayoría de los indocumentados e incluía un camino a la ciudadanía tras una espera de al menos 13 años como residentes. El liderazgo republicano de la Cámara de Representantes se negó a debatir el plan argumentando que no confiaba en que Obama lo respetaría, y que de hacerlo lo haría por partes con énfasis en la seguridad fronteriza.

En cuanto a la demanda de los 26 estados contra la Acción Ejecutiva, anticipó que “la batalla legal será mu larga y con altos y bajos” e insistió en que la solución final se encuentra en la reforma migratoria.

Del futuro inmediato, Izurieta dijo que “no creo que el Congreso apruebe una reforma migratoria. Espero equivocarme. (Los republicanos) ya tienen demasiados problemas internos hasta ahora por los que lideran las primarias. Los candidatos más populares con los más conservadores y reaccionarios a una reforma migratoria. Y pienso que el próximo año los indocumentados serán menos perseguidos, pero insisto en que la solución se encuentra en una reforma migratoria integral” como la aprobada por el Senado en junio del 2013.

No bajan la guardia

El Centro para el Cambio Comunitario (CCC) dijo que continuará “monitoreando y tratando de suspender las deportaciones injustas” mientras sigue batallando para que la Acción Ejecutiva del 20 de noviembre entre en vigor una vez se resuelvan las demandas en los tribunales.

“Las primarias republicanas dieron como resultado el avance de la agenda antiinmigrante que ha creado un clima muy peligroso”, dijo a Univision Noticias Kica Matos, directora del programa de Derechos de los Inmigrantes y Justicia Racial del CCC. “Como resultado, nuestras familias siguen viviendo en un limbo, sin estabilidad y sin ser libres del temor de que un día sean deportados y apartados de sus familias”.

Matos dijo que en el 2015 Obama “hizo muy poco en el tema de la inmigración” y que después de anunciar la Acción Ejecutiva “puso este asunto a descansar para poder concentrarse en otras cosas. Ha sido muy decepcionante”.

De lo actuado por el Congreso con el tema, el CCC indicó que no podría decir “nada bueno” y que el legislativo “no hizo absolutamente nada para retomar el debate de la reforma migratoria y recuperar el proyecto S. 744 que el Senado aprobó el 27 de junio del 2013.

“Lo único que ellos avanzaron fueron leyes antiinmigrantes”, dijo Matos.

Esperanzas destrozadas

En cuanto al freno dictado por los tribunales de justicia a la Acción Ejecutiva, la activista dijo que “han destrozado la vida de miles de nuestras familias” y acusó a los republicanos de “jugar con la justicia y la vida de las personas, y están poniendo en tela de juicio los valores americanos”.

Por último, Matos dijo que si bien Obama “ha deportado a más inmigrantes que cualquier otro presidente en la historia”, al menos “las cosas están cambiando”, en referencia a que las deportaciones disminuyeron en el último año.

El CCC pidió que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) “haga un mejor trabajo” y asegure que solo se deporten a inmigrantes con antecedentes criminales serios tal y como se estipuló el 20 de noviembre del 2014, cuando Obama anunció la Acción Ejecutiva.

Del futuro inmediato de los 11.3 millones de indocumentados, Matos dijo que “dejaran de vivir en las sombras y sin el miedo constante de ser deportados. Continuaremos con esta lucha hasta que ganemos. Vamos a seguir luchando y no nos venceremos. Intentamos ganar ampliamente una reforma migratoria comprensiva para todos los inmigrantes indocumentados que están a la espera de ser ciudadanos con plenos derechos”, destacó.

Univision Noticias preguntó al Partido Republicano sobre el tema pero al cierre de esta nota no hubo respuestas.

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