EFE
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) pone en riesgo la seguridad de miles de niños de Centroamérica que llegan al país cruzando la frontera sur mientras esperan que las autoridades judiciales migratorias aborden sus casos, según un estudio oficial divulgado hoy en Washington…
La Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO), autora del informe, determinó en su análisis que la ORR no estaba preparada para atender a los menores sin acompañados que han llegado al país y, pese a ampliar su capacidad para hospedarlos, su labor de revisión de los casos no garantiza sus derechos.
La GAO halló que la documentación de muchos de los menores a cargo de la ORR, oficina dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), estaba incompleta, “por lo que es difícil verificar que se les proporcionaran todos los servicios requeridos”.
“La ORR revisó su programa de vigilancia sobre el terreno en 2014 para garantizar una mejor cobertura de los beneficiarios. Sin embargo, la ORR no fue capaz de completar todas las visitas que tenía previstas para los años fiscales 2014 y 2015, citando la falta de recursos”, apunta el texto.
“No realizaron un seguimiento de sus beneficiarios de manera consistente, y la ORR pudo no ser capaz de identificar las áreas donde el cuidado de los niños no se proporciona de acuerdo con sus políticas”, agregó.
Tres senadores republicanos -Chuck Grassley (Iowa), Orrin Hatch (Utah) y Tom Coburn (Oklahoma)- solicitaron este informe a la GAO el pasado octubre con el objetivo de revisar las políticas de la Oficina Federal de Reasentamiento de Refugiados.
“Basándonos en los resultados de este informe, no es de extrañar que estemos escuchando que los niños han sido maltratados”, aseguró hoy Grassley, presidente del Comité Judicial del Senado.
“La Administración (del presidente Barack) Obama no está supervisando adecuadamente a los beneficiarios y a los patrocinadores en los que estamos confiando para otorgar servicios básicos a los niños no acompañados”, agregó Grassley.
La ORR ofrece refugio a los menores no acompañados que huyen de la violencia Centroamérica y busca alternativas para cuidar de ellos mientras esperan audiencias en los tribunales de inmigración.
Más de 125.000 menores no acompañados procedentes principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador fueron aprehendidos tras cruzar la frontera entre Estados Unidos y México desde 2011.
Por otra parte, el estudio subraya la escasa capacidad de la agencia para comprobar el estado de los menores una vez han sido entregados a sus “cuidadores” dentro del país, aunque en el 90% de los casos se trata de familiares, que no tienen por qué tener un estatus legal dentro de Estados Unidos.
A finales de enero, el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado emitió un informe centrado en casos en que los niños de Centroamérica fueron víctimas de abuso por parte de quienes les acogieron, incluyendo un caso sobre varios adolescentes de Guatemala que estaban siendo víctimas de explotación infantil.
Ante esta situación, la GAO también incluyó en este estudio una serie de recomendaciones, que se basan fundamentalmente en que el HHS desarrolle un proceso para actualizar periódicamente su plan de capacidad de actuación, además de mejorar el seguimiento de la situación de los niños beneficiados por la agencia.
Asimismo, propone desarrollar procesos para garantizar que sus actividades, después de ser entregados a quienes cuiden de ellos mientras son atendidos por las instancias judiciales, sean recogidas mediante un sistema de datos “fiables y útil”.
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