Nació en Cumaná, Venezuela, en 1896 y murió en Ciudad de México en 1955.
Andrés Eloy Blanco fue poeta, cuentista, ensayista, periodista, dramaturgo, orador y político. Doctor en ciencias políticas y sociales, pero las letras y la política absorbieron toda su inquietud. Blanco formó parte de los hechos de la semana del estudiante de 1928 contra el gobierno de Juan Vicente Gómez, lo cual le mereció la cárcel, el confinamiento en una aldea de los Andes y el destierro. Utilizó la prisión para desarrollar su labor como escritor. Después de la prisión, el poeta venezolano traía bajo su brazo varios libros escritos con una nueva forma de tratar la realidad, que denominó colombismo. Decía: “…no es una nueva escuela. Es un estado del alma. Se trata de una actitud descubridora del poeta en contacto con la realidad americana”.
Durante el gobierno de Rómulo Gallegos (1947-48), Andrés Eloy Blanco fue Ministro de Relaciones Exteriores. Cuando Gallegos fue derrocado, Blanco pasó al destierro, primero a Cuba, luego a México, donde murió en un accidente automovilístico.
Cosechó éxitos desde muy joven, pero un premio por su Canto a España en un concurso promovido por la Real Academia Española de la Lengua, le dio notoriedad internacional. Fue un poeta querido por el pueblo, tanto, que pocos artistas del verso han logrado tan alta estimación pública como él.
En 1921, Blanco publicó su primer libro Tierras que me oyeron, y dejó como legado una extensa obra: Barco de piedra, Malvina recobrada, Abigaíl, Baedeker 2000, El huerto de la Epopeya, Navegación de Altura, La Aeroplana Clueca, Poda, Carta a Juan Bimba, Giraluna, Vargas, Albacea de la Angustia, etc.
Los restos de Andrés Eloy Blanco reposan en el Panteón Nacional de Venezuela desde el 2 de julio de 1981.
PÍNTAME ANGELITOS NEGROS
……….
se me murió mi negrito;
Dios lo tendría dispuesto;
ya lo tendrá colocao
como angelito de Cielo.
–Desengáñese, comadre,
que no hay angelitos negros.
Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo,
que cuando pintas
tus Vírgenes
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.
Pintor nacido en mi tierra,
con el pincel extranjero,
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.
………….
SILENCIO.
Cuando tú te quedes muda,
cuando yo me quede ciego,
nos quedarán las manos
y el silencio.
Cuando tú te pongas vieja,
cuando yo me ponga viejo,
nos quedarán los labios
y el silencio.
Cuando tú te quedes muerta,
cuando yo me quede muerto,
tendrán que enterrarnos juntos
y en silencio;
y cuando tú resucites,
cuando yo viva de nuevo,
nos volveremos a amar
en silencio;
y cuando todo se acabe
por siempre en el universo,
será un silencio de amor
el silencio.
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