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¡Aprende a levantarte, luego de una caída!

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Sin importar qué tan grande es tu dolor…

Por: Mari Lau

Nunca voy a dejar de agradecerles todas sus demostraciones de cariño, y toda su confianza. Gracias,   Las quiero!!!  Hace unos días tuve la oportunidad de vivir un momento muy doloroso, el tener que consolar a una amiga, que por cierto no es tarea fácil, y más cuando esa persona no ve la salida. Pero como en ese momento le hablé, les voy a hablar a ustedes, porque puede ser que alguna esté (o haya) pasado por lo mismo y quiero que dejen atrás todo lo malo.

Pero ahora vayan por su café para que tengamos nuestra tan esperada charla entre amigas, que hoy el tema viene muy cargado de muchas emociones, y si lo desean, por hoy pueden soltar una lagrima. Comencemos…

Las mujeres somos seres muy emocionales, por eso es que todo primero lo analizamos con el corazón y después con la cabeza. Y por lo mismo, cuando sientas que las dificultades de la vida te derriban, debes de enfrentarlas con todo el valor con el que nos caracterizamos, y luego analizar muy bien lo sucedido para que no nos vuelva a pasar lo mismo.

Tenemos que tomar el ejemplo de los bebés, ellos cuando están comenzando a caminar, se caen una y mil veces, y sin embargo no se detienen, siguen intentándolo una y otra vez, sin darse por vencidos. Eso mismo te propongo yo a ti, que sin importar cuántas veces te caigas, también te levantes.

Yo sé que en la vida nos encontramos con grandes decepciones, muros difíciles de franquear, fracasos amorosos, pérdidas dolorosas, engaños, traiciones, problemas de salud, y hasta la situación económica. Puede ser que te sientas vencida sin ganas de continuar, y en esos momentos dan ganas de llorar, así que llora todo lo que puedas, pero al terminar te vas a lavar la cara, y mirarte al espejo y prometerte que saldrás adelante por ti misma, dejando atrás todo lo malo que en ese momento te está pasando.
Como dice el dicho, “Ningún mal dura más de cien años, ni cuerpo que lo resista”.

Ahora bien, otro punto que tienes que tener en cuenta es que hay que aprender de los errores cometidos, por eso te daré algunos ejemplos para que tengas en cuenta.
v Un golpe al corazón:    Cuando tenemos una ruptura inesperada puede sea tan desorientadora, humillante y dolorosa como el hecho de que nos caigamos desde un edificio.

 Uno de los peligros más frecuentes después de una ruptura de este tipo, es comenzar otra relación sin pasar el tiempo de duelo. Todas tenemos diferentes tiempos, solo tú sabes cuál es el tuyo.

  Por otro lado es importante que cuando llegue un nuevo galán tu autoestima esté al máximo, porque si no es así estás destinada a otro fracaso.
v Desengaño laboral:

    Te gusta mucho tu trabajo, y crees tener todas las posibilidades de un ascenso, y hasta piensas que eres la elegida, pero llegó alguien más y te arrebató el trono, la desactivación es inexplicable, el mundo se te vino encima de repente, pero no por eso tienes que dejar de hacer tu trabajo, al contrario tienes que hacerlo mejor que antes, porque ahora tienes la experiencia de lo que te puede suceder.

  Busca siempre más de una oportunidad v Tu salud no anda nada bien:
   Tienes una energía increíble, pero de pronto la pierdes, y una enfermedad te obliga a bajar velocidad a tu vida tan agitada.
  Muchas veces no comprendemos el trauma emocional que esto provoca, es un golpe terrible al autoestima. Tienes que prepararte mentalmente para cualquier suceso, y no permitir que una enfermedad te derrumbe emocionalmente, puedes buscar algún grupo de apoyo que siempre están dispuestos a darte una mano, pero nunca por ningún motivo te aísles de la gente que te quiere.

   Por último te digo que tus sentimientos frente a cualquiera de estos ejemplos que te mencioné de tristeza y depresión son lógicos, y hasta normales, porque le estás diciendo adiós a la vida que conoces como ‘normal’ para enfrentar un futuro incierto, pero somos fuertes y podemos lograr superar cualquier obstáculo que se nos presente.

Por eso una vez más te digo… llora, llora, llora hasta que te canses, pero luego lávate la cara y mirándote al espejo prométete no volver a sufrir una decepción.

  Hasta la próxima y espero tus comentarios!

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