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La Columna del Lic. Vidriera 35-2013

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   Le estaba encontrando el gusto a eso de escribir de las plantas medicinales, pero me ha salido caro, porque luego me da por comprar todas las plantas de las que voy escribiendo. Ando buscando un limonero que me hace mucha falta, aunque ya la ruda se secó, la dejé mucho en el sol y está bien bronceada… de más. La estevia me salió cara; el romero ha crecido poco y la yerbamora no me da los resultados que esperaba… ¿a ti tampoco?… pero, hombre, no hay que ser tan sin embargo,  Cómo vamos a esperar que las plantas que compraste en el swap meet y que tienes en una maceta con tierra de jomdipo o de la 99 cents store y en la maceta o en el jardín se anidan los gatos y se mean los muchachos,… cómo quieres, digo,  que esas plantas vayan a tener las mismas virtudes y propiedades que tienen las plantas que crecen a campo abierto, o en los bosques, recibiendo la luz del sol brillante y no la luz colada por el smog; recibiendo agua limpia de las lluvias, y no lluvias ácidas que más que darles vida las matan y atarantan.  Confórmate, como yo me voy conformando ya, con tener unas plantas nomás para el recuerdo, pero no esperes que sirvan, que sepan, huelan y curen como aquellas de aquellos tiempos y aquellos campos…. Y dicho esto sin más explicaciones, si me entendiste bueno y si no también, a buen entendedor pocas palabras y a mal entendedor ni con toda la revista…     paso a otro renglón.

    Ya te habrás fijado que me gusta hablar de la historia de cada planta, porque algunas tuvieron su importancia por los poderes mágicos que se les atribuían; que la ruda para el mal de ojo y limpias, que el romero para el amor, que el toloache… Y siempre que menciono algo sobre el asunto no falta quien crea todavía, y hasta de más, en los poderes mágicos de las plantas. Un día jugando le hice una limpia con ramas de pirul a una parienta y se sugestionó tanto que empezó a hacerme propaganda de brujo. Hasta me tomó en serio cuando le dije que pusiera los brazos en cruz y lo rocíe con espray de lysol……. Por lo menos la dejé bien desinfectada. El caso fue que me agarró fe, cuando yo nomás me estaba divirtiendo.

  Y de verdad que se divierte uno, porque luego, de relajo, empecé a hacer limpias con huevos a los compas del trabajo y todos se impresionaban, por más que yo hiciera el teatro de risa y burla… Pero cuando estrellaba el huevo en el suelo o en un vaso y aparecía aquello con tinta roja de la impresora que le había inyectado, todos se quedaban en silencio con los ojos cuadrados… como si hubieran visto al diablo.

  ¡¡Cómo!! ¿No sabes cómo se hacen esas limpias? Pero hombre, si es de lo más fácil.  Pon cuidado, para que no te vean la cara…
  Si quieres hacer la cosa en serio, metes los huevos en vinagre… los de gallina, no seas zonzo, hasta que el cascarón se ablande al grado que puedas meterle alfileres o inyectarle con una jeringa tinta de color vistoso, luego los metes al refrigerador y el cascarón vuelve a endurecer con su carga mágica adentro. Si no tienes tiempo, simplemente, con mucho cuidado hazle un agujerito al blanquillo, (así le decíamos antes a los huevos de gallina para no confundir con los negrillos), y le metes alfileres, hebras de hilo, lo que se te ocurra, y tinta, porque esa impresiona… Luego sellas el agujerito con cera o hasta con pasta de dientes. Al hacer la limpia llevas tu huevo preparado al alcance de la mano, pero que no se note. Le dices al interfeuto o víctima, que traiga un huevo, tratas de explicar que es mejor uno blanco, puro, para que no te salgan con otro color que no tengas preparado… Haces invocaciones a quien sea, lo pones con los brazos en cruz y empiezas a pasar el huevo como limpiando y vas orando o haciendo ruidos raros; yo recitaba algunos versos en latín que recuerdo de la Eneida y el padrenuestro en griego, pero puedes inventar una lengua, no hay fijón, el paciente estará bien dispuesto a creer… Luego le dices que se voltee de espalda y en ese momento es cuando haces el cambio de huevo y sigues “limpiando”. Lo haces que voltee de frente de nuevo, y allí es cuando yo la hago de emoción y digo que el huevo se está calentando mucho y hago como que me quema las manos y lo aviento para que se quiebre en el suelo, y queda la plasta de yema y clara roja y con alfileres y eso impresiona hasta… bueno hasta yo me la creo….jajaja cof cof…   O simplemente puedes pedir un vaso y quebrar el huevo y derramar el contenido en el vaso a la vista de todos… ¿Cómo la ves desde ai?

  Hace tiempo que no hago limpias, porque la última vez quedé en ridículo. Te voy a contar, para que no te pase lo mismo.

    En ese caso la señora estaba media renuente. No me conocía como brujo, pues. El esposo estaba en la jugada y habíamos preparado un huevo repleto de alfileres y mugrero y bastante tinta roja. Todo iba bien, pero nunca me fijé que había un gran espejo en la pared, y cuando me dio la espalda y yo hacía el cambio de huevos, ella estaba viendo todo en el espejo, hasta la sonrisa que intercambiamos mi compadre y yo. Sobra decir que aquello terminó con carcajadas de todos, pero nunca un brujo había sido humillado así, y quedado en un ridículo tan grande como yo…. de pura vergüenza me retiré del oficio, ni me hablen….    

                Salud y saludos……       licvidriera@outlook.com.

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