Clarín
Nada menos apropiado que una fórmula matemática para entender las emociones. Pero eso fue lo que diseñó un psicólogo británico hace ya 11 años para establecer que el tercer lunes de enero es el día más triste del año. Los factores que intervienen son varios y van desde el clima (frío, que sólo atañe al hemisferio norte), el bolsillo y planes frustrados a poco de estrenar el calendario…
#BlueMonday es hoy tendencia en local y global en Twitter. La primera vez que se habló del Blue Monday fue el 24 de enero de 2005. Las redes sociales y los medios potenciaron el fenómeno que lleva el sello de Cliff Carnall, quien se desempeñaba como profesor del Centre for Lifelong Learning, dependiente de la Universidad de Cardiff (institución que salió a diferenciarse de él tras las críticas realizadas a su creación desde sectores académicos).
Arnall llegó a la conclusión de que el tercer lunes de enero es el más triste de los 365 días del año si se tiene en cuenta el clima, claro que él estaba pensando en el frío del norte y no en el verano que se vive en este lado del mapa. También entran en su ecuación el tiempo transcurrido desde las Fiestas, los gastos de los regalos navideños (muchos a pagar en este resumen de la tarjeta), el fracaso de los planes que uno hace en la mesa de Año Nuevo (adelgazar, dejar de fumar) y los bajos niveles de motivación, entre otros.
La fórmula fue acuñada como parte de una campaña publicitaria de la agencia de viajes Sky Travel y desde su origen es ridiculizada y rechazada por sectores académicos que afirman que no está respaldada por ninguna evidencia científica. Su propio creador la relativiza este año subido a una nueva estrategia promocional, esta vez de las Islas Canarias (España). Bajo la consigna #StopBlueMonday llama a ir contra lo establecido y usar este día como una oportunidad para el cambio. “Hay que rebelarse, las fórmulas valen para la generalidad, pero cada uno tiene que encontrar sus propias soluciones a su vida y sus necesidades. Tenés que aprender a gestionar tu vida de manera útil», explicó Arnall en diálogo con el portal ABC.
“Las personas deben ser conscientes de cuándo necesitan un cambio en sus vidas y no seguir a las masas. No pueden decidirse a dejar de fumar el 1 de enero porque todo el mundo lo hace, sino porque lo hacen de corazón. Esto solo funciona si vos lo decidís: “Si vas a cambiar algo, que sea porque realmente lo querés”, afirma el director de No Pills Psychology and Life Coaching (Sin píldoras, Psicología y Coaching). Arnall propone entonces “utilizar el Blue Monday para decir se acabó: si el clima es espantoso, andá en busca del sol, si tu presupuesto para Navidad sólo es de 40 euros, recordá que lo importante son las personas a las que querés. Se trata de darle una vuelta a la fórmula”.
Nada menos apropiado que una fórmula matemática para entender las emociones. Pero eso fue lo que diseñó un psicólogo británico hace ya 11 años para establecer que el tercer lunes de enero es el día más triste del año. Los factores que intervienen son varios y van desde el clima (frío, que sólo atañe al hemisferio norte), el bolsillo y planes frustrados a poco de estrenar el calendario.
#BlueMonday es hoy tendencia en local y global en Twitter. La primera vez que se habló del Blue Monday fue el 24 de enero de 2005. Las redes sociales y los medios potenciaron el fenómeno que lleva el sello de Cliff Carnall, quien se desempeñaba como profesor del Centre for Lifelong Learning, dependiente de la Universidad de Cardiff (institución que salió a diferenciarse de él tras las críticas realizadas a su creación desde sectores académicos).
Leé también: Felices toda la semana: ¿por qué algunos no sienten el “efecto finde”?
Arnall llegó a la conclusión de que el tercer lunes de enero es el más triste de los 365 días del año si se tiene en cuenta el clima, claro que él estaba pensando en el frío del norte y no en el verano que se vive en este lado del mapa. También entran en su ecuación el tiempo transcurrido desde las Fiestas, los gastos de los regalos navideños (muchos a pagar en este resumen de la tarjeta), el fracaso de los planes que uno hace en la mesa de Año Nuevo (adelgazar, dejar de fumar) y los bajos niveles de motivación, entre otros.
La fórmula fue acuñada como parte de una campaña publicitaria de la agencia de viajes Sky Travel y desde su origen es ridiculizada y rechazada por sectores académicos que afirman que no está respaldada por ninguna evidencia científica. Su propio creador la relativiza este año subido a una nueva estrategia promocional, esta vez de las Islas Canarias (España). Bajo la consigna #StopBlueMonday llama a ir contra lo establecido y usar este día como una oportunidad para el cambio. “Hay que rebelarse, las fórmulas valen para la generalidad, pero cada uno tiene que encontrar sus propias soluciones a su vida y sus necesidades. Tenés que aprender a gestionar tu vida de manera útil», explicó Arnall en diálogo con el portal ABC.
Leé también: Revuelo por una clínica para la resaca en Australia
“Las personas deben ser conscientes de cuándo necesitan un cambio en sus vidas y no seguir a las masas. No pueden decidirse a dejar de fumar el 1 de enero porque todo el mundo lo hace, sino porque lo hacen de corazón. Esto solo funciona si vos lo decidís: “Si vas a cambiar algo, que sea porque realmente lo querés”, afirma el director de No Pills Psychology and Life Coaching (Sin píldoras, Psicología y Coaching). Arnall propone entonces “utilizar el Blue Monday para decir se acabó: si el clima es espantoso, andá en busca del sol, si tu presupuesto para Navidad sólo es de 40 euros, recordá que lo importante son las personas a las que querés. Se trata de darle una vuelta a la fórmula”.
Desde la ciencia no admiten dudas: hoy no es el día más triste del año. Consultada por La Vanguardia, la coordinadora del grupo de trabajo de inteligencia emocional del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, Nathalie Lizeretti subraya que la fórmula “no tiene ninguna base científica y, en cierto modo, la forma en que se dio es un atentado contra nuestro sentido común”. La especialista habla de “un intento más de manipulación” ya que, según ella, “no hay nada como generar malestar o la expectativa de malestar para desencadenar una necesidad, y de esto tiene un gran conocimiento la industria publicitaria”.
Leé también: Seis pasos para el manejo efectivo del estrés
En la misma línea, la coordinadora del grupo de trabajo de psicología positiva de esa institución, Montserrat Amorós, afirma que “ninguna fórmula matemática puede decidir qué día del año es el más triste, ya que eso sólo depende de una valoración personal”, por lo que recomienda que “se tome con pinzas esta iniciativa”. Amorós, considera más adecuado hablar de la “cuesta de enero”, fenómeno que sí puede darse tras los excesos de las Fiestas.
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine