Pueda que sea una buena forma de ahorrar y no desperdiciar la comida. Sin embargo, el recalentar trae diversas consecuencias perjudiciales para nuestra salud… ¡mucho ojo con eso!
Tras tantas cenas familiares por las fiestas decembrinas es habitual que muchos en sus hogares tengan la costumbre de recalentar la comida que sobró…. pero según estudios de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), durante el recalentado de las fiestas navideñas —o la preparación de alimentos con carnes y aves— existe el riesgo de una intoxicación causada por la bacteria Clostridium perfringens.
Los CDC explican que Clostridium perfringens causa anualmente cerca de un millón de enfermedades transmitidas por alimentos en Estados Unidos. La infección estomacal derivada de esta bacteria puede ocasionar diarrea y cólico abdominal por un periodo de entre seis y 24 horas, pero no genera vómito ni fiebre.
C. perfringens son bacterias que se pueden encontrar en la carne y aves crudas, en los intestinos de animales y seres humanos, y en el medioambiente. Algunas cepas producen una toxina que causa diarrea.
Las carnes y las aves son fuentes comunes de infecciones por C. perfringens. La infección por C. perfringens puede darse cuando ciertos alimentos, como asados grandes o guisos en ollas grandes, no se mantienen a temperaturas adecuadas hasta que se sirvan. Los brotes tienden a presentarse en lugares que sirven a grupos grandes, como hospitales, comedores escolares, prisiones y hogares de ancianos, o en eventos con servicio de alimentos.
Para evitar la infección bacteriana, los CDC recomiendan que:
Los alimentos deben cocinarse a una temperatura segura y luego mantenerse a 60 grados centígrados o más, o a 4.4 centígrados o menos.
Cuando termines de comer, refrigera las sobras a 4.4 grados centígrados, no hay problema si colocas los alimentos calientes en el refrigerador.
Las ollas grandes de alimentos, como sopas, guisos y grandes trozos de carne (asados), deben dividirse en porciones pequeñas para la refrigeración, de modo que se enfríen lo suficientemente rápido para prevenir la multiplicación de bacterias. Las sobras deben recalentarse a por lo menos 74 grados centígrados antes de servirse.
Es probable que los alimentos que contienen bacterias peligrosas no tengan sabor, olor o apariencia diferente. Puede ser peligroso ingerir cualquier alimento que haya quedado fuera del refrigerador durante demasiado tiempo.
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