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¿Cómo está afectando el Niño en nuestra temporada invernal?

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CNN


El este de Estados Unidos está caliente. Muy, pero muy caliente. En el Central Park, la temperatura más alta registrada fue en la víspera de Navidad con 71 grados Fahrenheit (casi 22 centígrados) . Eso es 8 grados superior al récord anterior para la misma fecha…

Se están estableciendo récords similares en todo el este. Además, no solo se trata de un par de días calurosos; han sido semanas. Las altas temperaturas récord han sido establecidas por miles durante diciembre hasta ahora y aún falta que termine el mes.

La temperatura promedio de diciembre en la ciudad de Nueva York podría alcanzar 14 grados por encima del promedio para el final del mes, rompiendo el récord anterior, establecido en 1932, por un par de grados.

No solo es el calor, es la humedad. El aire caliente es provocado por vientos del sur que vienen directamente de los trópicos y estos también ocasionan humedad tropical. La humedad específica —la cantidad total de vapor de agua en el aire— está rompiendo récords al igual que la temperatura. El calor y la humedad son fuera de serie, por separado y en conjunto.

Debido a que es diciembre, esto simplemente es un fenómeno, una historia sobre un clima extraño. Sin embargo, si estas desviaciones de la media fueran a suceder en el verano y duraran el tiempo que han durado en una amplia zona como lo han hecho, sería una ola de calor lo suficientemente grande como para causar un gran desastre nacional. Habría muchas muertes y, muy probablemente, apagones y otras fallas de infraestructura.

Tarde o temprano, eso sucederá. Así que vale la pena entender lo que está pasando. ¿Qué está causando este fenómeno meteorológico extremo?

Ningún fenómeno meteorológico tiene una causa única. Todos los eventos climáticos incluyendo este, tienen varios factores que conspiran para que sea así.

El ambiente siempre está cambiando, de forma caótica, como quiere. Cualquier evento verdaderamente extremo en gran parte es resultado de ese comportamiento efectivamente aleatorio. Por esa razón, los detalles de los eventos extremos individuales no son predecibles con mucho tiempo de anticipación. La predicción del clima, que es la ciencia de predecir este componente caótico, generalmente no funciona para períodos mayores a un par de semanas.

Sin embargo, el clima prepara el escenario, empujando las cosas en una u otra dirección e influyendo en las probabilidades de que se producirá un evento extremo de un determinado tipo.

Al hacer que el planeta sea más caliente, las emisiones humanas de gases de efecto invernadero aumentan las probabilidades de un evento cálido como este… o su más peligrosa contraparte hipotética de verano. Si definimos el evento mediante la especificación de un umbral fijo —cierto número de grados por encima de la media durante un número de días, por ejemplo— el calentamiento global que ya hemos experimentado hace que ese umbral tenga una mayor probabilidad de ser cruzado.

O podemos verlo de otra manera: si la situación meteorológica específica —la configuración de los sistemas de alta y baja presión, la corriente en chorro, etc.— hubiera estado en el mismo estado hace 200 años como hoy, aún habría sido caliente, pero no hubiera sido tan caliente como hoy en día.

Además de la influencia humana, el clima también fluctúa de manera natural. La más importante fluctuación natural de este invierno es El Niño, un cambio en el estado tanto del océano como de la atmósfera en el Pacífico tropical que ocurre cada ciertos años. El ir y venir de los eventos de El Niño ocurre a un ritmo mucho más rápido que el del cambio climático inducido por el hombre, pero sigue siendo mucho más lento y más estable que el clima del día a día, así que tiene sentido pensar en el mismo como otro factor que ligeramente empuja el clima en una dirección.

Además del cambio climático inducido por el hombre, el gran fenómeno El Niño actualmente en vigor muy probablemente es un factor significativo en el presente calentamiento oriental, debido a la forma en que impulsa la corriente en chorro. Por esa razón se predijo un cálido diciembre mucho antes de tiempo (aunque no hasta el extremo de cómo ha sucedido); en el otoño sabíamos que El Niño aún estaría presente a la fecha y qué efectos tienden a tener en Estados Unidos.

El Niño no se maneja por sí solo más de lo que el calentamiento global lo hace. Aún hay un amplio margen para que el ambiente se desplace libremente. Eso es muy evidente en el noroeste del Pacífico, donde estoy ahora. Normalmente un fenómeno El Niño hace que se seque aquí, pero en cambio ha sido el diciembre más lluvioso de la historia. Así que la propia variabilidad de la atmósfera también debe ser importante. Cada uno de estos factores está presente y es probable que juegue cierto papel importante en el evento específico que vemos ocurrir ahora.

Sin embargo, simplemente decir que todas las causas posibles tienen importancia para un fenómeno meteorológico extremo no es muy satisfactorio .¿Qué causa tiene mayor importancia, en qué medida y en qué sentido? ¿Podemos medir estos diversos factores que influyen en el clima con números?

En principio, podemos hacerlo. En la actualidad existe una creciente área de investigación científica que intenta hacer lo llamado “atribución de evento extremo”. Los estudios de atribución tratan de cuantificar la influencia de causas específicas (incluyendo, pero no limitado al cambio climático inducido por el hombre) en algunos eventos climáticos individuales, más que simplemente los patrones más amplios que la ciencia del clima por lo general aborda.

La Academia Nacional de Ciencias actualmente está realizando un estudio sobre este campo relativamente nuevo y en rápida evolución. (Divulgación total: estoy en el comité a cargo de realizar el estudio).

Este evento cálido aún está en curso, por lo que aún no se han hecho los estudios de atribución. Pero pronto se harán. La ciencia está llegando al punto en que podemos hacer afirmaciones científicas reales sobre los factores que influyen en los fenómenos meteorológicos individuales como este, con números e intervalos de confianza estadística y múltiples líneas de evidencia.

Así que, ¿acaso la presente corriente cálida oriental se debe al cambio climático inducido por el hombre? ¿Qué tal el evento masivo El Niño que actualmente está en marcha en el Pacífico tropical? ¿O solo se trata de una fluctuación aleatoria extrema del clima?

Las respuestas detalladas tendrán que esperar a que se haga la investigación. Sin embargo, la respuesta básica general, simplista pero probablemente cierta, es: sí.

El este de Estados Unidos está caliente. Muy, pero muy caliente. En el Central Park, la temperatura más alta registrada fue en la víspera de Navidad con 71 grados Fahrenheit (casi 22 centígrados) . Eso es 8 grados superior al récord anterior para la misma fecha.

Se están estableciendo récords similares en todo el este. Además, no solo se trata de un par de días calurosos; han sido semanas. Las altas temperaturas récord han sido establecidas por miles durante diciembre hasta ahora y aún falta que termine el mes.

La temperatura promedio de diciembre en la ciudad de Nueva York podría alcanzar 14 grados por encima del promedio para el final del mes, rompiendo el récord anterior, establecido en 1932, por un par de grados.

No solo es el calor, es la humedad. El aire caliente es provocado por vientos del sur que vienen directamente de los trópicos y estos también ocasionan humedad tropical. La humedad específica —la cantidad total de vapor de agua en el aire— está rompiendo récords al igual que la temperatura. El calor y la humedad son fuera de serie, por separado y en conjunto.

Debido a que es diciembre, esto simplemente es un fenómeno, una historia sobre un clima extraño. Sin embargo, si estas desviaciones de la media fueran a suceder en el verano y duraran el tiempo que han durado en una amplia zona como lo han hecho, sería una ola de calor lo suficientemente grande como para causar un gran desastre nacional. Habría muchas muertes y, muy probablemente, apagones y otras fallas de infraestructura.

Tarde o temprano, eso sucederá. Así que vale la pena entender lo que está pasando. ¿Qué está causando este fenómeno meteorológico extremo?

Ningún fenómeno meteorológico tiene una causa única. Todos los eventos climáticos incluyendo este, tienen varios factores que conspiran para que sea así.

El ambiente siempre está cambiando, de forma caótica, como quiere. Cualquier evento verdaderamente extremo en gran parte es resultado de ese comportamiento efectivamente aleatorio. Por esa razón, los detalles de los eventos extremos individuales no son predecibles con mucho tiempo de anticipación. La predicción del clima, que es la ciencia de predecir este componente caótico, generalmente no funciona para períodos mayores a un par de semanas.

Sin embargo, el clima prepara el escenario, empujando las cosas en una u otra dirección e influyendo en las probabilidades de que se producirá un evento extremo de un determinado tipo.

Al hacer que el planeta sea más caliente, las emisiones humanas de gases de efecto invernadero aumentan las probabilidades de un evento cálido como este… o su más peligrosa contraparte hipotética de verano. Si definimos el evento mediante la especificación de un umbral fijo —cierto número de grados por encima de la media durante un número de días, por ejemplo— el calentamiento global que ya hemos experimentado hace que ese umbral tenga una mayor probabilidad de ser cruzado.

O podemos verlo de otra manera: si la situación meteorológica específica —la configuración de los sistemas de alta y baja presión, la corriente en chorro, etc.— hubiera estado en el mismo estado hace 200 años como hoy, aún habría sido caliente, pero no hubiera sido tan caliente como hoy en día.

Además de la influencia humana, el clima también fluctúa de manera natural. La más importante fluctuación natural de este invierno es El Niño, un cambio en el estado tanto del océano como de la atmósfera en el Pacífico tropical que ocurre cada ciertos años. El ir y venir de los eventos de El Niño ocurre a un ritmo mucho más rápido que el del cambio climático inducido por el hombre, pero sigue siendo mucho más lento y más estable que el clima del día a día, así que tiene sentido pensar en el mismo como otro factor que ligeramente empuja el clima en una dirección.

Además del cambio climático inducido por el hombre, el gran fenómeno El Niño actualmente en vigor muy probablemente es un factor significativo en el presente calentamiento oriental, debido a la forma en que impulsa la corriente en chorro. Por esa razón se predijo un cálido diciembre mucho antes de tiempo (aunque no hasta el extremo de cómo ha sucedido); en el otoño sabíamos que El Niño aún estaría presente a la fecha y qué efectos tienden a tener en Estados Unidos.

El Niño no se maneja por sí solo más de lo que el calentamiento global lo hace. Aún hay un amplio margen para que el ambiente se desplace libremente. Eso es muy evidente en el noroeste del Pacífico, donde estoy ahora. Normalmente un fenómeno El Niño hace que se seque aquí, pero en cambio ha sido el diciembre más lluvioso de la historia. Así que la propia variabilidad de la atmósfera también debe ser importante. Cada uno de estos factores está presente y es probable que juegue cierto papel importante en el evento específico que vemos ocurrir ahora.

Sin embargo, simplemente decir que todas las causas posibles tienen importancia para un fenómeno meteorológico extremo no es muy satisfactorio. ¿Qué causa tiene mayor importancia, en qué medida y en qué sentido? ¿Podemos medir estos diversos factores que influyen en el clima con números?

En principio, podemos hacerlo. En la actualidad existe una creciente área de investigación científica que intenta hacer lo llamado “atribución de evento extremo”. Los estudios de atribución tratan de cuantificar la influencia de causas específicas (incluyendo, pero no limitado al cambio climático inducido por el hombre) en algunos eventos climáticos individuales, más que simplemente los patrones más amplios que la ciencia del clima por lo general aborda.

La Academia Nacional de Ciencias actualmente está realizando un estudio sobre este campo relativamente nuevo y en rápida evolución. (Divulgación total: estoy en el comité a cargo de realizar el estudio).

Este evento cálido aún está en curso, por lo que aún no se han hecho los estudios de atribución. Pero pronto se harán. La ciencia está llegando al punto en que podemos hacer afirmaciones científicas reales sobre los factores que influyen en los fenómenos meteorológicos individuales como este, con números e intervalos de confianza estadística y múltiples líneas de evidencia.

Así que, ¿acaso la presente corriente cálida oriental se debe al cambio climático inducido por el hombre? ¿Qué tal el evento masivo El Niño que actualmente está en marcha en el Pacífico tropical? ¿O solo se trata de una fluctuación aleatoria extrema del clima?

Las respuestas detalladas tendrán que esperar a que se haga la investigación. Sin embargo, la respuesta básica general, simplista pero probablemente cierta, es: sí.

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