En ciudad del Cabo, Sudáfrica, la muerte de Donnie Alweiss, de 19 años de edad, aunque fue triste y lamentable para su familia, no tuviera mayor trascendencia si no fuera porque el joven, fue el único que había sobrevivido a un pacto entre dos chiquillos,,,, un pacto único, un pacto de sangre y muerte.
La historia se remonta a 1996, cuando dos niños de apenas 9 años, se querían tanto que decidieron nunca separarse y siempre protegerse, por eso, al más puro estilo de los viejos programas de gángsters que habían visto en la tele, juntaron sus sangres. Hace algunos años, así narró Brad, el otro muchacho del pacto, su historia…:
“Nos picamos un dedo con un alfiler para hacer un juramento de sangre. Así nuestra amistad duraría toda la vida”, señaló Brad.
Brad y su “hermano” de sangre Donnie Alweiss, ambos tenían nueve años en aquel entonces, vivían en un suburbio de clase media, en Ciudad del Cabo, se puede decir que habían sido compañeros inseparables desde que aprendieron a caminar.
“Desde que eran pequeñitos andaban tan juntos que casi nunca se les vio separados o sin saber el uno del otro”, platicó Helen, la mamá de Brad.
“Siempre su amistad fue tan cerrada que parecían hermanos, pero muy unidos, yo diría que tanto o más que unos gemelos y se defendían mutuamente. Los bravucones que pretendían pelear con Brad sabían que ahí estaba Donnie y que tendrían que vérselas con él también”.
Durante su niñez siempre compitieron en todo lo que hacían, pero nunca existió el menor indicio de celos entre ellos”.
La trágica cadena de acontecimientos que truncó sus vidas prematuramente empezó cuando Donnie cayó de su bicicleta y se hizo una enorme cortada en la garganta con el vidrio de una botella.
“Donnie perdió mucha sangre y necesitaba una transfusión”, indica el señor McGowan, padre de Brad. “Pero la sangre que recibió contenía el virus del SIDA”.
Por supuesto que ni los chiquillos ni sus padres sospechaban que, desde ese momento, Donnie había comenzado a incubar el mortal padecimiento.
UN PACTO TERRIBLE
El juramento de sangre lo hicieron una mañana, cuando pescaban en un lago cercano e imitando las viejas películas de la mafia que habían visto, unieron sus dedos sangrantes.
Un año después, cuando contrajo neumonía, los médicos descubrieron que Donnie tenía SIDA.
“Ese fue un golpe terrible para Brad. No comía y lloraba noche tras noche a la hora de dormir”, reveló su padre Frank. “A partir de allí, cada minuto lo pasaba junto a su amigo”.
“Una noche, lo estábamos consolando cuando nos confesó que había hecho un pacto de sangre con Donnie. Sentí que el corazón se me salía del pecho, pues los médicos confirmaron nuestros temores: Brad también había contraído el SIDA”.
Los dos valientes chamacos aceptaron su sentencia de muerte con entereza, como los hombres, y esa increíble fortaleza les dio fuerza también a sus padres.
“Sabemos que perderemos a nuestras familias, pero ninguno de los dos tenemos miedo de la muerte”, confesó Brad. “Dios se encargará de nosotros mientras cuidamos a nuestros padres desde el cielo”….
Desgraciadamente los avances médicos en Sudáfrica no estaban tan al día como en otros países y Brad murió en el 2001, a los 14 años de edad y casi cinco años después, su gran amigo, su hermano de sangre, Donnie, le siguió en el camino sin retorno a través del cual, algún día todos transitaremos. Y Créalo o No, Así Fue!… cómo, aún siendo niños, dos muchachos sellaron su amistad y su destino, con un pacto de sangre… que no sabían, pero estaba contagiada por SIDA!
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