Cada 34 segundos, alguien en Estados Unidos padece un infarto o ataque cardíaco. Cada 60 segundos, alguien muere por esa razón. Lo que quienes sufren de un infarto hacen “o dejan de hacer” en los primeros momentos críticos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
A continuación encontrarás lo que puedes hacer para aumentar las probabilidades de sobrevivir a un ataque al corazón.
Reconoce los síntomas
Los síntomas clásicos son dolor de pecho; dolor o molestia en uno o ambos brazos, la espalda, los hombros, el cuello o el estómago (por encima del ombligo, donde el dolor a veces se confunde con indigestión); y falta de aire. Sudoración, náuseas y vómitos también son comunes.
Sin embargo, los estudios demuestran que hasta la tercera parte de los pacientes que padecen un infarto no sienten dolor de pecho. Es más probable que estos pacientes sean de mayor edad, mujeres o diabéticos.
Las investigaciones demuestran que a medida que las personas envejecen, no siempre tienen dolor en el pecho o en los brazos, sudoración, náuseas y vómitos. En cambio, tienen más probabilidades de padecer confusión y dificultad para respirar, y de desmayarse.
La razón es que a medida que se obstruye una arteria coronaria, el corazón empieza a bombear menos sangre por el organismo.
En general, los síntomas podrían aparecer de manera gradual, ser difíciles de concretar, y desaparecer y luego comenzar de nuevo. No es poco frecuente sentirse mal días o semanas antes. Personas de entre 32 y 74 años que padecieron un ataque cardíaco tenían más probabilidades de haber visto al médico durante la semana anterior al suceso que quienes no lo padecieron.
Deja de buscar en internet y llama al 911
Necesitas llegar al hospital en menos de una hora para garantizar los mejores resultados. Mientras más temprano intervengan lo médicos, habrá menos daño al corazón, mejor posibilidad de sobrevivir y una mejor calidad de vida. Las personas a quienes les da insuficiencia cardíaca son las que llegan casi siempre demasiado tarde.
Sin embargo, las investigaciones demuestran que las personas niegan con frecuencia lo que les dice el organismo y aplazan la llamada. Algunos desperdician minutos valiosos buscando sus síntomas en línea; otros deciden llamar a su médico de atención primaria para pedir consejos.
Los pacientes con enfermedades crónicas como diabetes o enfermedad pulmonar obstructiva crónica tal vez den por sentado que esos otros problemas de salud son los que les causan molestias.
¿Qué hacer mientras esperas?
Antes de que lleguen los paramédicos, mastica y traga una aspirina corriente y sin recubrimiento de 325 miligramos (no una aspirina para niños), la cual es anticoagulante e interfiere con la coagulación sanguínea. Probablemente no detendrá un ataque al corazón, pero podría limitar el daño.
Si puedes, quítale el cerrojo a las puertas y luego descansa. Llama a alguien para que venga y espere contigo o habla con alguien por teléfono hasta que llegue la ayuda.
No conduzcas al hospital ni hagas que alguien te lleve. Las ambulancias tienen desfibriladores en caso de que tu corazón cese de latir, así como medicamentos para eliminar coágulos, por lo cual es posible que los paramédicos puedan comenzar el tratamiento antes de que llegues al hospital.
Expresa lo correcto. Cuando lleguen los paramédicos, concéntrate en describir tus síntomas y factores de riesgo. Prepárate para decir qué medicamentos estás tomando, o lleva una lista contigo. Si alguien está tomando Viagra y algunos otros medicamentos para la disfunción eréctil es importante mencionarlo ya que no se pueden tomar con la nitroglicerina, la cual se usa por lo general durante un ataque cardíaco, ya que la combinación puede causar una reacción potencialmente mortal.
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