Hace algunas semanas, en esta misma sección, se mencionaron algunos de los temas que es bueno tratar con la pareja, sobre todo cuando se está comenzando una relación. Pero hoy veremos cómo afrontar ciertos temas que son difíciles de tratar, cuando ya se lleva un tiempo juntos, incluso años.
En la vida de pareja, no todo es color de rosa. Aunque queramos estar siempre bien con ella, hay momentos en los que por una u otra razón se hace prácticamente imposible estar felices y viviendo en paz y armonía. Uno de los momentos en los que la situación amenaza con saltar por los aires se da precisamente cuando tenemos ‘‘hay cosas’’ que nos incomodan dentro de la relación y que no sabemos cómo afrontar esa o esas situaciones.
Por eso, hoy les traigo algunas recomendaciones para salir avante ante esas cosas difíciles que traemos como una piedrita en el zapato y tanto nos cuesta expresar.
Antes de tratar un tema delicado con la pareja, se debe tener muy claro, tanto el problema como los sentimientos. Por eso debes dedicar un tiempo a la reflexión sobre el asunto y pensar como transmitir a la pareja todo eso que te preocupa sin rodeos, pero con mucho tiento para no herir su ego o su sensibilidad.
En segundo término, hay que buscar el momento adecuado para poder hablar este tema con nuestra pareja. Quizás este paso nos resulta algo más complicado que el anterior, ya que a veces es difícil que ambas partes coincidan en horarios. Por eso, mi mejor consejo es que salgan a una cena o a dar un paseo el fin de semana para poder hablar tranquilamente sin distracciones.
Ahora, trata de evitar a toda costa la temida frase de ‘tenemos que hablar’, ya que a veces esa simple frase pone a las personas a la defensiva y crea una tensión innecesaria.
Una vez que estés con tu pareja, trata de asegurarte que no habrá interrupciones ni distracciones. Solo importan los dos y el tema del que vas a tratar. Y recuerda que se debe ser clara/o, sin demasiados rodeos, siendo directa/o explicándole aquello que te preocupa… Pero por supuesto, tú debes estar dispuesta a escuchar lo que la pareja tenga que decir, así como asumir tus posibles culpas y responsabilidades en el problema para facilitar el entendimiento y resolverlo lo antes posible.
Usualmente, el mejor momento para tener una conversación delicada no es fácil de identificar, invita a tu pareja diciéndole que te gustaría pasar un tiempo a solas, los dos ‘-y aparentando algo sin importancia-’ decirle que quieres platicar algo que te incomoda. Trata de hacer la invitación con poca antelación de tal manera de no crear tanta ansiedad al respecto.
Si por alguna razón no pueden salir de casa, entonces usa tu sentido común, y sin aspavientos ni hacerlo muy obvio, apaga la televisión, música, computadores y por supuesto, los teléfonos. Es parte de demostrar que esa conversación es lo más importante en ese momento y como tal, requiere de cierto aislamiento por parte de los dos. Para hablar con tu pareja, siempre hazlo cara a cara, a poca distancia y de preferencia tomados de la mano. No creerás los beneficios que esto les dará.
Aunque el problema los afecte a ambos, habla sólo por ti; exprésate en primera persona: (“Tengo este problema“, “Estoy preocupada/o por esto“, “Hay algo que me pasa últimamente“). De esa manera le ofreces espacio para sentir, opinar y actuar; estás presentando tu parte del conflicto y le estás pidiendo que la complemente con su punto de vista.
Un error común es pensar que sabemos cómo va a reaccionar la pareja ante un tema delicado. Lo peor que puede pasar es que nos expresemos de tal manera que no le demos oportunidad al otro de aportar; ¿Crees que tu pareja se enfadará por lo que le dices? no actúes como si eso fuese a pasar, ¡Y mucho menos le digas “Sé que esto te va a hacer enfadar“, antes de hablar!, eso molesta a cualquiera.
Y por último, debes recordar siempre que tu pareja no necesariamente piensa igual que tú, y la primera reacción de cualquier ser humano sobre un tema desagradable nunca es la más acertada ni refleja a cabalidad su postura al respecto. Hasta es posible que no puedan llegar a un acuerdo en esa “sesión“, y deban continuar la conversación luego, cuando tu pareja haya tenido tiempo de analizar mejor el problema.
Buena suerte y hasta la próxima!
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