En el mundo de la moda pocos artículos han recorrido un camino tan polarizante y transformador como las Crocs. Estos zuecos de plástico, originalmente concebidos para la navegación, han pasado de ser un objeto de burla a convertirse en un símbolo de estilo y comodidad apreciado por el público general y por la élite de la moda.
Bajo la eltiqueta de ‘ugly shoe’, esta pieza se ha hecho un hueco en el mundo de la moda como calzado indispensable gracias a factores como la comodidad.
UN ZAPATO PARA PESCADORES
Las Crocs fueron introducidas al mercado en 2002 por los empresarios Scott Seamans, Lyndon Hanson y George Boedecker, quienes vieron el potencial de un zapato fabricado con croslite, una resina de célula cerrada que ofrecía una comodidad y resistencia excepcionales.
Originalmente concebidos para actividades al aire libre y para su uso en entornos acuáticos, su diseño ergonómico y su ligereza los hicieron rápidamente populares.
A pesar de su éxito inicial, las Crocs generaron resistencia debido a su apariencia poco convencional. La crítica las catalogaba como antiestéticas, y su diseño robusto y perforado las convertía en blanco fácil de burlas. Sin embargo, su funcionalidad y comodidad permitieron que se mantuvieran en el mercado.
El golpe de gracia en el resurgimiento de las Crocs ha sido su entrada en las pasarelas de moda. La colaboración de Crocs con el diseñador Christopher Kane en 2017 marcó un punto de inflexión. Kane presentó Crocs adornadas con cristales y mármoles en su colección.
Post Malone, Justin Bieber y Questlove han sido vistos luciendo estos zuecos, ayudando a cambiar su percepción pública. Justin Bieber lanzó su propia colaboración con Crocs, adornando los zuecos con “Jibbitz” (pequeños adornos que se insertan en los agujeros de las Crocs) personalizados.
MARÍA MUÑOZ RIVERA. /// EFE REPORTAJES
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