Un grupo de animalitos del pueblo, tuvo la feliz idea de reunirse y formar un conjunto musical.
A Foquita, Ranita, Mapachín, Chimpancín y Minino les encantaba la música, así que cada uno escogió el instrumento que más cuadraba con su talento.
Foquita se encargaba de la batería. Ranita, de la trompeta; Mapachín, del piano; Chimpancín, del acordeón, y Minino, de la guitarra acústica.
Cuando empezaron los ensayos, un estrépito infernal amenazaba con echar abajo el barrio entero.
Los vecinos sufrían roturas de cristales y, en la propia casa de Foquita, que era el lugar donde cada tarde ensayaban, era raro el objeto que quedaba en pie.
La mesa del alcalde del pueblo se inundó de quejas de los vecinos.
Éste, comprensivo, pero sensato, dijo al entusiasmado grupo que no podían seguir tocando en pleno casco urbano.
– Eso sí, de aprobar sus cursos, les prometo que acondicionaré un local, lejos del pueblo, para que allí puedan hacer todo el ruido que quieran. ¿Trato hecho? – Les propuso.
Naturalmente, los músicos aceptaron, ya que no tenían otro remedio, todos ellos sacaron notas sobresalientes, pues querían seguir tocando.
Al salirse con la suya, se convirtieron en el conjunto musical más importante de la región
Moraleja: Todas tus metas puedes lograr si con ahínco te pones a trabajar!
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