En un mundo donde la violencia se ve claramente, se podría pensar que la respuesta para anular la epidemia de asaltos, violaciones y asesinatos es el uso de las armas para la protección personal. Sin embargo, se ha demostrado que combatir violencia con violencia no siempre es la mejor manera para erradicar el crimen. El tema es muy debatible y está envuelto en mucha polémica puesto que el país entero está dividido en ideologías diferentes.
Los constantes tiroteos en lugares públicos sumados con las tácticas persuasivas de los políticos y activistas simpatizantes de las armas, han infringido en la sociedad una paranoia bélica, donde las armas de fuego se supone es algo necesario.
Los defensores al derecho de portación de armas sugieren que las personas están desprotegidas y las armas son la defensa que cada uno de nosotros necesitamos. Ponen de ejemplo, la matanza en la escuela primaria de Newtown Connecticut. Donde perdieron la vida 27 personas, 20 de ellas eran niños. O el caso de James Eagan Holmes que entró a un cine en Colorado, disparando a los espectadores matando a 12 personas e hiriendo a más de 58. La polémica y punto de debate en estos casos es si la sociedad está más segura armada o desarmada.
Para darnos una idea de este debate solo bastaría ver dos estados de la nación: Illinois, el estado de la nación con mayores regulaciones en cuanto a las armas de fuego, y Texas un estado donde la venta de armas es legal. El promedio de asesinatos para el 2010 en Illinois, de acuerdo con Illinois State Police fue de 680 personas. Mientras que en el mismo año ocurrieron 1,250 asesinatos en Texas.
Además, solo de lo que va del año en EE.UU. casi 16,000 personas han muerto por las armas de fuego. La pesadilla de los espectadores en el cine de Aurora pudo haber sido peor; decenas de personas disparando sus armas entre sí en una sala a oscuras hubiera desencadenado un caos mayor.
Después de haberse perpetrado estos y otros abominables crímenes el tema regresó a la mesa. No obstante por la gravedad de los sucesos el gobierno y el público se inclinaron con implementar restricciones más estrictas a las armas. Lo que es un hecho es que EE.UU. es un país con pocas restricciones en contra de las armas. En 49 de los 50 estados de la nación es posible usar armas de fuego, solo en Illinois se prohíbe todo uso de armas a los civiles. Cabe mencionar que de los 49 estados que permiten el uso de las armas, en 4 de ellos (Alaska, Arizona, Vermont y Wyoming) no es necesario conseguir un permiso para portar armas. En los demás estados existen restricciones para portar armas.
Los cabildeos en el congreso han tenido mucho que ver en el proceso de las restricciones de las armas en EE.UU. desde el 2000 al 2010 los simpatizantes al derecho de armas han donado más de 22 millones de dólares. Mientras que los que apoyan el control de armas han aportado casi 2 millones de dólares. Como en todos los asuntos delicados que afectan al país, el congreso se divide en dos bandos. Los demócratas que mayormente defienden el control de armas, y republicanos que defienden el derecho a portar armas. Actualmente la casa de representantes en el congreso es mayoría de Republicanos.
Por el momento, en Washington se está proponiendo una nueva legislación que prohibirá el uso de armas de asalto. Esto es un aliciente para el camino a un país con menos violencia y tiroteos absurdos. Ahora solo falta ver qué futuras regulaciones se pueden implementar para asegurarse que ninguna persona no capacitada pueda obtener un arma de fuego.
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