Dentro de unos cuantos días, el mundo Cristiano celebrará Navidad, época en que los corazones se llenan de alegría, es también tiempo en que muchos adornan sus casas con luces multicolores, en que se pone un arbolito e incluso, algunos hogares, todavía con la costumbre traída de nuestros países, se iluminan con la luz del nacimiento en el pesebre.
Es tiempo en que afloran los mejores sentimientos, los más bellos deseos, las emociones más vivas de generosidad, de entrega y esto es simplemente porque en el mundo cristiano conmemoramos un aniversario más del nacimiento del Niño Jesús.
Pero el motivo de esta celebración, tiene su historia, así que empecemos por decir que el cristianismo es una religión monoteísta, llamada abrahámica, como la religión judía y la musulmana, porque las tres grandes religiones reconocen al patriarca Abraham como el origen de una alianza hecha entre Dios y los hombres.
Cada una de estas tres religiones, la musulmana, la judía y la cristiana, por más que tengan un mismo origen, tienen diferentes creencia que les han impedido vivir en paz entre ellas.
El cristianismo está basado en la vida y enseñanzas atribuidas a Jesús de Nazaret, de manera que los cristianos creen que Jesús es el hijo de Dios, y es el Mesías, profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó a los tres días. Esta es la creencia básica de más de dos mil millones personas en el mundo, casi una tercera parte de la población mundial…
Y no son solo los más de dos mil millones de cristianos los que por estas fechas estarán celebrando la Navidad, mucha gente, en todas partes del mundo, con ”diferentes costumbres y religiones celebran a su modo La Navidad”, tal ha sido la influencia del cristianismo en el mundo.
Pero “el mundo” también ha tenido mucha influencia entre los cristianos para mundanizar, la celebración, que de ser una celebración netamente religiosa del nacimiento de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios que se hizo hombre naciendo en un pesebre… dicha celebración ha pasado a ser, para la mayoría de cristianos, una fiesta casi pagana enfocada más en las luces, las cenas o los regalos. No estamos criticando la celebración de Las Navidades, lo que sí es criticable es que se olvide el motivo de la celebración. Si la Navidad es la fiesta de Amor, de Paz y Humildad, eso debemos de celebrar y si eso no existe entre nosotros y si no hacemos algo por conseguirlos, no tendremos motivo ni derecho a celebrar.
No queremos con esto poner la nota discordante en tu celebración, sino hacerte reflexionar un poco y darte un aliciente para que todos hagamos “algo” porque un día podamos celebrar con regocijo todos los humanos-hermanos en el mundo una ¡Fiesta del Amor y la Paz! y así realmente tengamos una hermosa y ¡Feliz Navidad!!! es lo que deseamos a todos nuestros amigos y lectores.
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