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EL TORNADO MÁS MORTÍFERO

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BANGLADESH  ABRIL  26  1989

   En Estados Unidos año con año oímos hablar de huracanes y tornados destructores. Es posible que Estados Unidos sufra la mayor cantidad de tornados y que, al parecer cada vez se tornan más violentos, como el pasado hace unas semanas en Oklahoma, pero con todo eso, los que afectan a Bangladesh resultan todavía más mortíferos.

  En 1964 uno de estos remolinos les costó la vida al menos a quinientas personas, pero aún más devastador fue otro que se produjo el 26 de abril de 1989, y que destruyó al menos cincuenta pueblos.  La zona  que el tornado golpeó había sufrido anteriormente una sequía durante seis meses, posiblemente generando condiciones de tornados, especialmente para el gigantesco al que se llamó el tornado de Daulatpur Saturia. Se estimó de aproximadamente una milla de ancho y su recorrido alcanzó unos 50 kilómetros a través de las zonas pobres y barrios pobres de Bangladesh.

   Arrancó muchos árboles de raíz y en un área de seis kilómetros cuadrados no dejó un solo hogar en pie. Los supervivientes contaban que se veían árboles inmensos volando por los aires, y que el viento se llevaba a las vacas y las estrellaba contra el suelo varios metros más allá: “Parecía como si la aldea entera estuviera siendo arrancada del suelo”, dijo un testigo. En Hargoz no quedó en pie ni una sola casa, y murieron casi setecientas personas. Según se cuenta, aparecieron cadáveres hasta a tres kilómetros de distancia. Un corresponsal de la agencia Reuters informaba de que los supervivientes habían huido buscando comida y refugio, de forma que la localidad se había quedado prácticamente desierta, pero “hay juguetes y útiles domésticos tirados sobre los montones de escombro, recordándonos que ésta fue una comunidad llena de vida”. Un concejal declaraba: “La ciudad se ha convertido en una fosa común. No tenemos tiempo de llorar a los muertos, ni de realizar los ritos funerarios como es debido”. En el cementerio, un hombre solo lloraba mientras agitaba una vara de bambú tratando de espantar a los buitres que querían comerse los cuerpos de su hijo y de sus vecinos.

  Una semana después del desastre, la gente se peleaba por las escasas raciones de comida, agua y medicinas, y el hambre y las enfermedades empezaban a causar estragos. Fueron muchos los que cayeron enfermos por comer alimentos en mal estado o beber agua contaminada.

  Cuando los equipos de ayuda del gobierno llegaron a las remotas aldeas de Dhamsara y Kalia, fueron asaltados por una masa de gente hambrienta, y más de cien personas fallecieron a resultas de la estampida que se produjo.

   Además de las mil trescientas personas que, según los informes, murieron por el tornado, hubo doce mil heridos y ochenta mil más se quedaron sin hogar, lo que convierte este tornado en el más mortífero de la historia.

    En 1996, la misma región sufrió el azote de otro similar, que mató a más de mil personas.

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