Desde que somos pequeños nos vamos formando una idea o modelo de pareja, este primer modelo que aprendemos viene de la relación que vemos entre nuestros padres, luego cuando se es adolescente o adulto surge el primer amor, las primeras relaciones amorosas y de estas experiencias también se generan ideas de cómo debe ser la relación de pareja, esto sin olvidar la influencia de nuestra cultura, la religión, las novelas, los cuentos de hadas, las películas e incluso las canciones de amor.
Todos estos elementos influyen en la formación que cada uno se va haciendo de las expectativas en torno a la relación de pareja. Pero ¿qué tan importantes son estas expectativas? Bueno en realidad son muy importantes ya que es un factor primordial para que se lleve al éxito o al fracaso una de relación de pareja.
Es fácil poner todas nuestras expectativas en la nueva pareja, pero… tal vez ésta no las cumple, esperamos mucho del otro, en especial cuando queremos que cubra todas las carencias emocionales que vienen desde la niñez. Esto no es nada bueno, así como cuando nuestras expectativas son muy bajas, aquí sucede que la otra parte tiene mucho para ofrecerte, más de lo que tu esperas, y lamentablemente este caso también te puede llevar al fracaso.
Tanto hombres como mujeres esperan lo mismo de una nueva relación, ser queridos tal cual son, y que el otro no nos pida más de lo que podemos dar.
Por eso los expertos hablan de que los seres humanos deberían de tener expectativas moderadas, esperando cosas del otro que este si pueda cumplir y a su vez que nosotros podamos dar.
Suena muy sencillo, pero lo cierto es que en ocasiones, la cabeza camina mas rápido que la lógica… Por lo general la mujer espera afecto, ternura, mimos, sentirse escuchada, comprendida, que le tengan paciencia y que las llenen de detalles, para sentirse realmente amada.
En cambio los hombres esperan relaciones sexuales llenas de pasión, sentirse valorados, importantes y que la pareja le refuerce a diario su autoestima.
Pero hay que tener algo muy presente, que la nueva conquista no tiene la responsabilidad de dar todo aquello que al otro le faltó en su infancia, o en las anteriores relaciones, por eso la nueva pareja no viene a suplir carencias afectivas pasadas, sino que viene a construir una relación de mutuo amor y responsabilidad para construir una vida juntos.
Otro punto importante que se debe recordar es que nadie es perfecto y que no deben hacerse ilusiones de que nuestra pareja va a ser alguien que jamás se equivocará o que jamás nos causará daño. No hay que idealizarlo/la pensando que es perfecta esa otra persona.
Como tampoco se debe pedir más de lo que se está dispuesto a dar y más aún, no podemos esperar de nuestra pareja algo que no nos puede dar, hagámonos expectativas reales, y hay que tener presente que tanto supermán como superwoman, son solamente personajes ficticios, no son reales, y en una relación actual no hay un príncipe azul o una princesa como en los cuentos de hadas.
Hay que poner los pies en la Tierra, para después no caer de las nubes y chocar con una realidad que no esperábamos. Lo que ves es lo que hay, tu pareja solamente te podrá dar aquello que humanamente esté en condiciones de dar, así que ten expectativas reales y moderadas.
Por último, recuerda que es importante no solamente que te plantees expectativas reales sobre la pareja y la relación sino también que conozcas las expectativas que tiene él o ella hacia ti, así ambos podrán saber si las que tienen son similares, compatibles y realizables.
Ya que la desesperanza de las expectativas no cumplidas lleva al desánimo abriéndole la puerta a los reproches de no recibir lo que esperaban, y eso puede llevar a una ruptura, o a una convivencia llena de insatisfacción y de amargura.
¡Cuidado… no permitas que esto te suceda a ti ni a tu pareja!
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