Embarazó a su esposa, a su amante y a una sirvienta… y tenía 84 años de edad!

 Hace quince años, Apson Spencer ganó por primera vez el premio “Campeón Fertilizador de Flores”, cuando presentó en un concurso para granjeros en Texas, varios girasoles gigantes y una nueva variedad de claveles morados. Luego siguió presentándose en otros concursos de diferentes estados y cuando no ganaba, quedaba de finalista…  No hay duda, Spencer es todo un campeón fertilizador.
 Pero quien viera al anciano de 84 años de edad, diría que apenas si puede mantenerse en pie por sí solo, pero él es un caso excepcional, ya que como buen fertilizador, tiene el orgullo de que “todo lo que toca da fruto”… Incluyendo los vientres de tres mujeres.
LA PRIMERA DE ESTE JARDÍN
 Cuando Apson tenía 74 años, o sea, hace diez años, conoció en un concurso de flores, de Ohio, a una rubia, que en ese entonces tenía 25 años de edad llamada Mary Jane. Logró impresionarla con sus amplios conocimientos sobre floricultura, su ternura y su capacidad de diálogo, por lo que se hicieron muy amigos. Fruto de esa amistad nació la pequeña Mary Jane Spencer.   La esposa de Apson, la francesa-norteamericana Gabrielle, nunca se enteró de la “infidelidad” de su marido.
Fue en ese entonces, que Apson contrató a una muchacha de color, llamada Salomé, para que cuidara a Mary Jane y a la bebé. Pasaron los años y todo era más o menos normal, con ocasionales escapadas del viejo, pero “todo bajo control”… Hasta que en cierta ocasión unas mujeres, vecinas de su granja, vieron al anciano a bordo de un auto, junto con Mary Jane y una niña muy parecida a él, su hija. De inmediato fueron con el chisme con Gabriele, su esposa, quien explotó de rabia al saber de tal engaño por parte de su esposo.  Cuando Apson regresó a su granja, su mujer le armó tremendo escándalo y le exigió que le explicara cómo sucedieron las cosas.
   Una vez calmados los ánimos él le explicó: “Pero mujer, si a mis 84 años apenas puedo con mi alma, y tan enfermo que estoy ¿cómo quieres que tenga una amante y una hija pequeña” Está bien que soy el «campeón de la fertilización de flores», pero no es para tanto, mis fuerzas no me dan para tanto”.
 ¡Y QUEDÓ FERTILIZADA!
 Sintiéndose culpable y queriendo enmendar su daño, por el engaño que le hiciera a su querida esposa, Apson mimó y llenó de cariño a su esposa, a quien no bajaba de las nubes y a quien complacía en todo. El caso es que, por asombroso que pudiera parecer, poco tiempo después ella descubrió que estaba embarazada… ¡A sus 57 años!
  Los galenos del Hospital Yellow River, en Austin, Texas, no lo podían creer. Calificaron este hecho como algo insólito. ¡El “campeón de la fertilización de flores”, había hecho otra vez de las suyas!, embarazó a su esposa a pesar de su edad.
UNA INCREÍBLE PRODUCTIVIDAD
Gabrielle estaba feliz, ya que en el ocaso de su vida dio a luz a un bebé al que llamó Apson Edward Spencer (Edward es el nombre de su difundo padre). Pero cuando los periódicos publicaron esta historia, fue como si se hubiese destapado una caja de Pandora, ya que a Apson empezaron a salirle hijos por montones… ¡Trece en total! ¡Qué tino del hombre!, donde pone el ojo pone la bala, aunque le resultó en tremendo lío de faldas.
Mientras tanto, en una granja de Ohio viven en el anonimato Mary Jane y su hija. Pero el colmo fue lo que más tarde se supo, y es que Salomé -la nana que Apson contrató para Mary Jane- ahora también guarda un secreto callado en su vientre, el cual ya vive, se mueve y es fruto del “campeón” fertilizador de flores”… y de mujeres!!!!
Y Créalo o No, Así Fue.