Aún existen muchas dudas acerca de este nuevo virus que surgió por primera vez en la ciudad de Wuhan, China a finales del 2019.
La gravedad del coronavirus es cada vez más alarmante; países que no siguen las medidas para evitar su propagación sufren de las consecuencias de esta pandemia.
La epidemia está evolucionando de manera muy rápida y, con ello, el conocimiento que se va teniendo.
La comunidad científica ya ha logrado aislarlo, secuenciarlo, identificarlo y desarrollar diversas pruebas para diagnosticarlo.
Sin embargo, como sucede con toda nueva epidemia, sigue habiendo muchas incógnitas que se irán resolviendo a medida que ésta evolucione y a medida que los científicos logren entender más sobre el comportamiento del virus.
Se estima que el contagio se produce cuando aspiramos pequeñas gotas expulsadas a través de la tos o el estornudo de una persona infectada.
Conocemos también sus síntomas: cansancio, fiebre y tos seca son los principales, pero también algunos pacientes pueden tener dolores, congestión nasal, dolor de garganta y en algunos casos se puede presentar diarrea, según la página de la Organización Mundial de la Salud.
“El coronavirus es principalmente un virus respiratorio”, le explica a BBC Mundo William Schaffner, profesor de Medicina Preventiva y Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad Vanderbilt, en Estados Unidos.
Por está razón, comienza infectando la garganta.
Cuando el virus entra en nuestro organismo, -y dicho sea de paso- solo puede entrar a través de los ojos, la boca o la nariz- “se sujeta a las células de la mucosa del fondo de la nariz y la garganta”, dice el experto.
Gracias a sus proteínas en forma de lanza que sobresalen de la superficie, el coronavirus puede penetrar la membrana de estas células.
“Y una vez dentro de la célula, al igual que los demás virus, comienza a darle la orden de producir más virus”.
Las patologías previas, es decir, el estado de salud previo, de la persona pueden agravar los efectos del coronavirus en algunas de ellas.
Esta es la forma que tiene el virus de replicarse, ya que al ser un agente infeccioso microscópico acelular, solo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos.
Una vez que las copias están listas, salen de la célula donde se originaron, la destruyen y comienzan a infectar a otras células.
Cada virus puede crear entre 10.000 y 100.000 réplicas.
“Cuando esto ocurre, el cuerpo se da cuenta de que el virus está allí y produce una respuesta inflamatoria para tratar de combatirlo”, explica Schaffner.
“Por eso es que empezamos a sentir un poco de dolor de garganta y es posible que sintamos la nariz tapada”.
Maria Van Kherkove, directora técnica del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha desestimado los informes iniciales de casos en China y Japón, que señalaban que pacientes que fueron dados de alta se han vuelto a enfermar del coronavirus.
Pero Van Kherkove ha indicado que las evidencias que la OMS maneja, es que en ninguno de los miles de casos analizados y monitoreados, una misma persona ha sido infectada dos veces, por lo que probablemente las pruebas iniciales pudieron haberse realizado de manera imperfecta, o fueron resultados de los llamados “falsos positivos”.
Nota: Aquellas personas ya recuperadas del Covid-19 pueden perder entre el 20% y 30% de capacidad pulmonar, tener problemas con el hígado y/o el riñón, pero NO volverán a padecer esta enfermedad.
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