La temporada de huracanes atlánticos de 2024 puede llegar a ser la más activa registrada, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés). La agencia ha publicado su pronóstico anual de huracanes y su director, Rick Spinrad, dijo en rueda de prensa que el número de tormentas que se prevé que se formen este año será “el más alto jamás registrado por la NOAA”.
La agencia cree que habrá entre 17 y 25 tormentas con nombre en la temporada, que empezó el 1 de junio y acaba el 30 de noviembre. Hasta 13 de esas tormentas es probable que se conviertan en huracanes, y entre cuatro y siete podrían ser grandes huracanes, que se definen como de categoría 3 o superior. En resumen, los meteorólogos de la NOAA predicen que hay un 85% de posibilidades de que haya una temporada de huracanes por encima de la media.
CÓMO SE FORMAN LOS HURACANES
La clave para la formación de cualquier ciclón tropical (conocidos como huracanes, tifones o ciclones según su ubicación) es la combinación de temperaturas oceánicas cálidas y la ausencia de lo que se conoce como cizalladura del viento.
Alex DaSilva, pronosticador principal de huracanes de AccuWeather, explica que la cizalladura del viento se produce cuando el viento cambia de dirección y velocidad a diferentes alturas de la atmósfera. Esto afecta a los ciclones tropicales, dice, porque a estas tormentas “les gusta que sus estructuras nubosas suban directamente a la atmósfera. Pero cuando hay mucha cizalladura, cuando los vientos cambian de dirección y altura, las nubes se desploman y no pueden crecer en línea recta. Esto impide que los sistemas tropicales se intensifiquen”.
También necesitan que el agua superficial esté a una temperatura de 26 grados o superior. Esa agua caliente, y el aire caliente que se encuentra justo encima de ella, proporcionan el combustible para la tormenta; a medida que el aire caliente se precipita hacia arriba, crea un sistema de baja presión bajo el huracán, hacia el que se precipita más aire caliente, permitiendo que la tormenta siga creciendo.
Una de las razones por las que algunos meteorólogos prevén una temporada activa es que las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico tropical ya han alcanzado máximos históricos.
Kieran Mulvaney /// nationalgeographic.es
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