Educar a los hijos jamás ha sido una tarea fácil para los padres. Algunos se equivocan por ser demasiado tolerantes, otros abusan al ser excesivamente exigentes, así como también hay quienes pecan por ser muy desidiosos, poniendo poca o nada de atención en la educación de los hijos. Encontrar una medida justa es muchas veces un dilema.
Los padres que se preocupan por la educación de sus hijos, muchas veces en su afán de que sean mejores, inteligentes y activos, los obligan a poseer una agenda llena de actividades extracurriculares, pensando que es lo mejor para ellos y, de hecho es bueno, pero hay que tener en cuenta que el exceso de obligaciones puede causar estrés en los niños, además de mucha ansiedad y frustración por no corresponder adecuadamente a las exigencias de sus padres.
A esto, cabría preguntarnos: ¿Cuánto o hasta donde deben los padres exigirles a sus hijos?
Por lo general, con esa hiperatención paternal se busca crear las oportunidades que dicha persona nunca tuvo, pero conviene cuidar los límites de las exigencias pues los hijos no dejan de ser niños y como tal deben ser tratados. Además de que los chicos también necesitan de un tiempo libre para ellos mismos.
LA EXIGENCIA Y SUS PROBLEMAS
Hay quienes creen que la exigencia puede convertir a cualquier pequeño -incluso hasta al más desobediente- en buen hijo y estudiante, sin embargo, al no ser bien equilibradas las exigencias pueden generar más problemas que buenos resultados. Uno de ellos, y el más común, es la rebeldía de éstos contra sus padres.
No existe una infancia perfecta, y aquellos padres que desean ver a sus hijos progresar en la vida por vías rápidas los recargan de actividades y los empujan a tener éxito para satisfacer sus propios sueños, por lo general chocan contra un muro cuando sus hijos no resultan ser los “ganadores” o las “campeonas” que ellos esperaban y anhelaban con cierto egoísmo.
APRENDER JUGANDO
Muchos especialistas pedagógicos advierten que hay cierto peligro al no dejarles tiempos libres a los niños para que jueguen, que se distraigan, que hagan sus cosas, o si no ¿Por qué cree que las instituciones escolares poseen períodos de recreo?
El juego es una de las cosas más grandiosas que ofrece la vida y el compartimiento con otras personas, y si un niño no cuenta con esta posibilidad, esto tendrá consecuencias negativas en su autoestima y en su futuro, ademas es parte integral de su desarrollo como persona.
No permitir que un niño juegue es no dejarlo aprender por sí mismo.
Es un grave error tratar de trasladar principios que pueden funcionar bien en el ambiente laboral a un ambiente de crianza, ya que no se debe esperar que los pequeños realicen una determinada actividad con el mismo nivel de diligencia que un empleado responde a su empleador.
¿HASTA DÓNDE LLEGAR?
Hoy en día, el internet, las redes sociales, la televisión, la radio y otros medios tienden a abrumarnos con información sobre la paternidad. Muchas veces, cualquier padre o madre recibe tantos consejos por estas vías que no sabe cuáles tomar en serio y cuáles descartar. Por ello, es muy importante relajarse y regresar a lo básico: ser el padre de sus hijos.
Llegue hasta donde sus instintos paternales le digan y trate de no ser tan perfeccionista. Deje que sus niños sean eso: ‘niños’.
¿Cómo hacer para mantener buenos hábitos de estudio?
Los padres son más exigentes en cuanto a la educación de sus hijos se refiere, pero tanta exigencia puede hacer que éstos pierdan el interés en ella. Para mantener un buen hábito en este aspecto, es importante que dedique tiempo a ello, ¿cómo? sentándose diariamente a hacer las tareas escolares con sus niños y repasar las lecciones aprendidas en el salón de clases… Pero un tiempo razonable y deles tiempo a su propia diversión.
La motivación, el diálogo familiar y la muestra de interés son factores claves para mantener vivos los buenos hábitos de estudio de sus hijos. Mostrar interés en lo que están haciendo y cómo lo están haciendo siempre subirá su autoestima y los impulsará a obtener mejores resultados, los cuales van directamente asociados con el éxito.
Y no olvide que todo requiere de tiempo y paciencia, pero sobre todo… ¡mucha dedicación!!!
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