Cada año, un día, uno de los 365, lo dedicamos a la madre. Ciertamente podemos decir que, por lo menos en nuestros pueblos, en nuestra cultura latina, ese día es “sagrado” y lo dedicamos completamente a mostrarle todo nuestro cariño, nuestro aprecio, nuestro reconocimiento y agradecimiento a nuestra madre.
Ese día entronizamos a la madre en el lugar que debería ocupar todo el año, la convertimos en la reina del hogar.
Muchos las despiertan temprano cantándoles “las Mañanitas” y con los primeros abrazos des día, y casi todos nos dejamos llevar por ese ambiente consumista que nos grita que hay que comprarle flores y regalos en su día. Por supesto quer eso esta bien, pero si esa es la única manera que tienes para demostrar el amor a tu madre, entonces eso si que está mal, porque eso indica que la amas poco o no aprendiste bien de ella en qué consiste el verdadero amor, porque el amor de una madre es tal como lo describen en la Biblia: “…. es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”….
Y creemos que el amor de la madre es todo eso y algo más todavía, y no se los podemos pagar con flores y regalos sino demostrándoles que aprendimos bien de ellas lo que es el amor y siendo seres humanos dignos… dignos hijos de Dios y dignos hijos de nuestras madres y padres. Que si tú estás orgulloso de tu madre y mucho la amas, haz todo lo posible porque ella esté orgullosa de ti, eso la hará muy feliz, que de amarte, puedes estar bien seguro que te ama…
¡¡¡FELICITAMOS EN SU DÍA A TODAS NUESTRAS LECTORAS MAMÁS!!!!
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