Las parejas tóxicas, son aquellas relaciones que aún a pesar de no llevarse bien, maltratarse, incluso física y psicológicamente son incapaces de alejarse.
Cuando tu pareja manifiesta constantemente todo lo negativo de ti, para que cambies a su gusto, o sea, no te acepta como tú eres… Esto puede significar que estés en una relación de pareja tóxica.
Estas relaciones se convierten en tóxicas, en pareja que no te llevan a ningún lado porque no te hacen feliz, ni tú haces feliz a tu pareja.
Una relación de pareja donde una o ambas partes sufren, más que gozan. Ambos se ven sometidos a un desgaste emocional con el objetivo de convencerse a ellos mismos de que pueden salvar esa unión…. eso es tóxico
En una relación tóxica se pueden llegar a producir actitudes de desconfianza, que se justifican “por la necesidad de una parte por ejercer el control de la otra persona, por miedo a perderla o por sus inseguridades.
En ocasiones, la persona “tóxica” tiende a hacer sentir culpable a la otra, por lo que la responsabiliza de cosas que no le corresponden.
Desde el Instituto Psicológico Cláritas aseguran que es imprescindible aprender a reconocer este tipo de situaciones y, en consecuencia, aceptarlas.
Además, estos expertos recuerdan que las personas que están atrapadas en una relación tóxica “se sienten constantemente en una montaña rusa de emociones”, por lo que pueden llegar a sentir miedo, inseguridad, tristeza, incomprensión e incluso soledad.
Generalmente muchas de las actitudes que lleva a cabo la persona culpable de la relación tóxica pueden ir acompañadas de frases que muestran control, celos o que hacen sentir culpable a la otra persona.
Según explica Feito, psicóloga del Instituto Psicológico Cláritas especializada en Psicóloga General Sanitaria y Terapia familiar y de pareja Sistémica, diferentes frases relacionadas con el control en WhatsApp y redes sociales, referentes al aspecto físico o a la ropa, o aquellas que intentan limitar otras relaciones o actividades pueden ayudarnos a reconocer una relación a una pareja tóxica. Algunos ejemplos son los siguientes:
Si quieres alejarte de una relación tóxica lo primero es reconocer que estás en una, aprendiendo a identificar poco a poco los comportamientos y actitudes para diferenciar cosas que nos corresponden y cosas que no.
Y lo más difícil es alejarse de estas personas. “Debemos conectar con la idea de que sólo podemos salvarnos y curarnos a nosotros mismos, no podemos cambiar a los demás, no es nuestra responsabilidad y por mucho que hagamos, el cambio sólo depende de uno/a mismo/a”, concluye Feito.
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