Gorila muerto en zoo mexicano sufría enfermedad cardíaca, según la UNAM

EFE

Análisis realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desvelaron hoy que el gorila Bantú, que murió el pasado mes cuando era preparado para ser trasladado de un zoológico de la capital a Guadalajara, sufría de fibrosis miocárdica, un trastorno sufrido por simios en cautiverio…

Después de estudios histopatológicos efectuados a fragmentos de diversos órganos del gran primate, la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM dijo haber encontrado, como hallazgo más importante, “múltiples focos de fibrosis miocárdica con degeneración y atrofia de las fibras musculares”.
“Esta lesión es consistente con la cardiomiopatía fibrosa, trastorno cardiaco crónico que se encuentra bien documentado en simios de este tipo al ser mantenidos en cautiverio”, apuntó la UNAM en un comunicado, añadiendo que “es una enfermedad de causa desconocida”.
Bantú, de 1,75 metros de altura y 220 kilos de peso, falleció la noche del 6 de julio cuando iba a ser llevado del Zoológico de Chapultepec a Guadalajara con fines reproductivos, donde interactuaría con dos hembras de su especie.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) indicó entonces que se encargaría de la investigación de la muerte, para saber si “fue causada por una negligencia médica o error humano en la aplicación del protocolo”.
Asimismo, se acordó que las muestras de sangre del animal serían analizadas por tres instituciones diferentes, entre ellas la UNAM.
A Bantú, el único gorila macho de tierras bajas occidentales en zoológicos de México, le fueron aplicadas dos dosis de anestésico, una de 3,15 mililitros y otra de 1,5 mililitros, ambas por vía intramuscular.
“Especialistas llevaron a cabo la captura y contención química según los protocolos aprobados internacionalmente”, aseguró la Universidad.
Para su análisis, la FMVZ recibió fragmentos del encéfalo, corazón, hígado, intestino delgado y grueso, bazo, riñón, testículo y páncreas de animal, así como un segmento de pulmón.
Varios activistas, entre ellos la exdirectora del Zoológico de Chapultepec, Marielena Hoyo, consideraron que la muerte del animal fue motivada por una serie de errores en el procedimiento del traslado, así como por la presencia excesiva de personal, que podría haberlo alterado.