Brenda Heist dejó a sus hijos en la escuela un día y, sin motivo aparente alguno, desapareció sin dejar rastro alguno. Las agencias investigaron minuciosamente su desaparición, pero les fue imposible encontrarla.
Después de 11 años apareció. Ella misma, a sus 54 años de edad, se presentó a la policía de Florida, pidiendo ayuda.
Cuando le pidieron que contara qué había pasado, la mujer afirmó que sufrió una crisis nerviosa ocasionada por su divorcio y las dificultades económicas que atravesaba, hizo amistad con un grupo de personas sin hogar de un parque y después de hablar con ellos decidió unirse a ellos.
Evadió a quien la buscaba, viviendo debajo de puentes y comiendo restos de comida que los restaurantes tiraban, aparte de pagar con efectivo y conseguir trabajos temporales.
Afirma no haber dejado de pensar en sus hijos pero no se encontraba en condiciones para llamarlos.
Una historia que hubo que Leer para poder Creer!
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