Desde el momento en que Hillary Clinton entró a la campaña electoral de 2016, no dudé un instante en apoyar su candidatura presidencial. Muchos como yo, que buscamos equidad en el gobierno, sentimos que la mujer no está representada adecuadamente en Washington.
Ayer perdimos, pero mañana tendremos otra oportunidad para colocar a una mujer en la Casa Blanca. Desde ya, empezando desde hoy, las voces democráticas del país –una combinación de demócratas y republicanos moderados— estamos fortificando las bases políticas para llevar a la senadora Kamala Harris a la primera magistratura del país.
Kamala Harris se graduó como abogado de la Universidad de California Hastings de San Francisco. Trabajó como fiscal del distrito en el Condado de Alameda entre 1990 y 1998. También fue abogada del estado de California en la Unidad Penal de la Fiscalía de San Francisco.
En 2003, fue elegida como la primera mujer afroamericana fiscal del Distrito de San Francisco y en 2010 como Procuradora General de California. Finalmente, en las elecciones de 2016, reemplazó a Barbara Boxer como senadora de California.
La etnicidad de Kamala Harris –afroamericana-hindú—, misma que es un fiel reflejo de la diversidad del país, le da una gran oportunidad de comprender íntegramente los problemas que aquejan a la población en general.
En cuestiones sociales, Kamala Harris ha demostrado tener afinidad con los problemas que confrontan los grupos minoritarios. En su estadía como fiscal en el Distrito de San Francisco creó una unidad contra los crímenes de odio, la cual dio protección especial a los estudiantes LGBTs en las escuelas estatales de High School y de Intermedio.
Asimismo, siguiendo la misma línea de la población californiana y las mayorías del país, ha apoyado el matrimonio del mismo sexo y el derecho individual de la mujer de decidir por su propia cuenta en cuestiones de salud y de vida. En este sentido, Kamala Harris es una de las mujeres más prominentes de su generación en el Congreso.
Su sensibilidad con la situación de los inmigrantes indocumentados produjo el apoyo de los líderes latinos más importantes de la nación, incluyendo a Antonio Villaraigosa, los senadores estatales Kevin de León y Ricardo Lara y el ex jefe de la Asamblea Estatal Fabián Nuñez, entre otros. En las elecciones por el Senado de 2016 acumuló 48% del voto latino, 8% más que la ex representante del Congreso Loretta Sánchez.
Nunca es temprano para abrir camino a una de las posibles candidatas que nos saque del abismo político. El trumpismo es una vergüenza de país ante el mundo. Kamala Harris sería la persona adecuada para sacarnos de este atolladero.
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