Con el pretexto del día del padre me llamó un amigo de esos que llaman para platicar…ellos, y hablan y hablan tan tupido que no te dejan encajar ni una sola palabra en la plática, hasta que te enfadas y los dejas hablando solos. Uno hasta me dijo una vez, “es mi tarjeta, cuando tú llames, tú platicas”. ¡Bahh! y yo de zonzo oyendo… De manera que a este amigo lo oí un rato y poco a poco fui dejando de ponerle atención a su plática y me fui concentrando en el juego de solitario en la computadora, gané como veinte juegos de freecell. Pero debes de tener cuidado y mantener un poco de atención al hablante, porque como que malician cuando no les pones atención y de repente te hacen alguna pregunta sobre su plática, y tú sueltas un “sí” cuando debería de ser un “no”. Por eso, para esas ocasiones yo ya aprendí a hacer un ruido que se puede interpretar como sí o como no, según el caso y no te mete en problemas, es algo así como Nnuuuii, sin acento, pero vas a necesitar práctica y seguridad.
El caso es que como era día del padre la plática la enfocó sobre los hijos y me presumió los grandes logros de tres de sus hijos que tienen títulos y trabajos de importancia y buen sueldo, pero queriendo y no también me platicó de un hijo que no sacó título, el único que “le falló”, según él, el único que no aprovechó todas las oportunidades y las ofertas de sus padres y no fue a la universidad…
Como conozco algo sé de sus hijos por chismes de otras gentes, le pregunté: “Oye, Marcelino, ¿y de tus hijos cuál crees tú que sea el más feliz, así en general, que sea más feliz?” Se atragantó un poco, porque yo creo que nunca se había hecho esa pregunta, pero sin mucho pensarlo me dijo que ese que no le había dado un título para presumir, que ese que no fue a la universidad y que ganaba la mitad de lo que ganaban sus hermanos, era el que vivía más feliz. Tenía mejor vida familiar, ni esperanzas de divorcio, porque era medio mandilón, pero feliz. Mientras que un hermano ya andaba tramitando su segundo divorcio y ni el otro hijo ni la hija tenían tiempo para visitar a sus padres, pero ganaban mucho dinero…. Total que me envalentoné y le dije que otra vez no me presumiera los títulos de sus hijos y sus buenos trabajos, que me presumiera que son felices y están formando unas buenas familias para el futuro. Yo creo que de eso se trata la jugada.
No me presuman a mí de que “les dieron estudio” y les pagaron títulos universitarios a sus hijos; a otro perro con ese hueso, yo presumiría, (si lo hubiera logrado), el haber enseñado a mis hijos a ser buenos seres humanos, haberlos enseñado a ser felices, a gozar la vida y a no hacer daño a los demás demases, sean animales, humanos, ángeles, demonios o dioses; haberlos dejado ser ellos mismos, sin meterlos a un molde para que fueran al antojo de sus papás; el no haberles dado todo hecho; haberlos enseñado a pensar, porque como dijo don Nosequién: “Todo lo que hagas por tus hijos ellos dejarán de hacerlo, hasta el pensar”.
Y la verdad es que este amigo de la llamada también me calentó porque insinuó que su muchacho, el que vive “feliz”, no “progresó” porque le gusta echarse sus traguitos.
Mira, Marcelino, en primer lugar veo que no sabes mucho de lo que es verdadero progreso y en segundo lugar no hay que culpar al alcohol de todos los males. Pobre alcohol, nomás porque lo ven borracho se aprovechan y lo culpan de muchas desgracias y males que no cometió; como dijo aquel que dijo: “Fr….utas que son y le echan la culpa al diablo”. Conozco mucha gente que toma y es muy decente y conozco más gente que no toma y es como la fregada… Muchos acusan al alcohol de muchas muertes, por ejemplo, pero nunca le agradecen tantos nacimientos que ha causado… Te aseguro que si no hubiera sido por el alcohol muchos, muchísimos no estarían en este mundo… A poco no has visto esos recién nacidos que hasta llegan al mundo relamiéndose y con una sonrisa y los ojos cerrados… nomás al verlos dice uno: “Ay, amigo, ese espermatozoide, ese óvulo, o los dos, de donde vienes, estaban bien japis…” ¿A poco no? Claro, eso que hayan nacido un poco mareados es lo de menos, pero nacieron alegres, no como otros.. santurrones y amargados… que tienen que andar tomando a escondidas y hacen hijos tristes.
¡No! ¡No seas zonzo! de ninguna manera estoy recomendando las borracheras, ya ni friegas, ni que no supiera yo lo que se sufre cuando andas bien crudo, solo estoy defendiendo a un “buen amigo” y criticando a los que culpan a los demás y nunca ven su culpa, a los que no saben que el vino se hizo para alegrar el corazón del hombre, y no es cierto que el alcohol embrutezca al hombre, eso es otra gran mentira, el alcohol lo que hace es sacar al bruto que ya estaba allí, donde no hay bruto o br…uta, el alcohol no hace daño… el alcohol limpia, purifica y desinfecta… si no hay podredumbre en ti, no sacará nada malo, pero cuidado si escondes algo, porque de que lo saca lo saca…
Salud y saludos…… y gracias hijos por esa botellita… ¿qué, no había más grandes?
licvidriera@aol.com
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