Hace cosa de una semana (julio 2) murió un viejo de 88 años… Muchos viejos de 88 años se han de haber muerto en el mundo el mismo día y cada viejo ha de haber tenido alguna historia interesante. La historia del viejo que aquí te platico tiene que ver con las computadoras.
Se llamaba Douglas Carl Engelbart, hombre dado a la ciencia y a la electrónica. Desde muy joven se interesó en las computadoras y ya en los años 60s vio las grandes posibilidades de las computadoras en las vidas de los hombres de ciencia, sobre todo, pero también en las vidas del común de la gente, para aumentar lo que él llamaba el coeficiente intelectual colectivo. Pero hacía falta que la gente se relacionara primero con las computadoras y se le ocurrió inventar, entre otras cosas, el ratón (computer mouse) y abrió el camino a la computadora personal, no con el uso del ratón, que no se popularizó, sino hasta fines de los 80s, sino entusiasmando a otros a trabajar en ese campo.
Con su grupo de técnicos Douglas se abría camino muy poco a poco, hasta que en el año 68 consiguió dar una conferencia en San Francisco Ca. a representantes de la tecnología de punta de ese entonces, y pudo lograr mostrarles claramente el horizonte por donde podría ir la computación. Sus ideas encontraron eco, entusiasmaron, sus inventos se vendieron y tanto Microsoft como Apple los popularizaron. Mucha gente se hizo mucho muy rica y hasta algunos que aprovecharon sus inventos murieron antes que él con mucha fama, mientras que este viejo, como pasa muchas veces, gozó poco de sus inventos, ni siquiera recibió regalías del “ratón”, pero, dedicado a la ciencia hasta el final, ha de haber muerto feliz, satisfecho y contento.
Por supuesto que para muchos ahora el ratón sale sobrando, con el puro dedo tienen, vamos progresando muy de prisa, cuando mucho ocuparán un palito para sus tabletas. La verdad es que en poco tiempo hemos “progresado” mucho en la tecnología de la computación… y todo gracias a viejos que tenían amor por la ciencia y la innovación, y gracias a jóvenes que tenían amor al dinero… y al negocio. Microsoft usó la idea de windows de don Douglas, y Apple les puso ratones a sus computadoras, pues compró los derechos del “ratón” y con el ratón se llevó también el queso y la ratonera. Pero si la tecnología ha progresado mucho y ha llenado muchas bolsas y carteras, ¿nos ha servido para progresar nosotros los consumidores?
Hay gente seria que dice que no. Nada menos hace unos días Noam Chomsky, un activista político y crítico duro del poder y los poderosos, dijo que El telégrafo y las bibliotecas públicas tuvieron un impacto mucho mayor en las comunicaciones y el acceso a la información que la internet. Él cree que las revelaciones del exanalista de inteligencia Edward Snowden sobre el espionaje en Estados Unidos son una prueba de que los gobiernos pueden aliarse con las grandes corporaciones para usar la red contra los ciudadanos. Y de eso no podemos tener duda. Un mundo nos vigila… muy de cerca. La internet es como toda tecnología, neutral, puede usarse para bien o para mal y todos estamos como el presidente turco, que una vez alabó la internet, pero cuando le provocó una revuelta dijo que era cosa del diablo, muy mala.
Yo sí creo que los beneficios de la internet para el común de los consumidores no han sido tan grandes ni tan grandioso… Que nos evitó caminar al buzón o al correo a llevar una carta, pero ese caminar nos hace falta. Que nos puso al alcance de los parientes y amigos, pero también al alcance de vendedores y cobradores y hasta de extorsionadores; que acerca-conecta a las personas, pero también las desconecta y retira. Me ha tocado alguna vez estar entre personas jóvenes y de repente las pláticas se apagan, se hace el silencio y cada cual con su cada quien agachados en sus teléfonos o tabletas buscando o texteando y, uno que ni maneja esas cosas nomás voltea como menso… ¡¿qué hago? Todos se fueron, y sin embargo aquí están! … en cuerpo, pero no en espíritu, porque andan en su mundo virtual… No te animas a hablar, te quieres retirar, pero allí están… ¿están?
Yo propondría que la gente se hiciera la pregunta con toda sinceridad: ¿Qué fregaos busco en la internet? ¿Qué es lo que espero de las redes sociales? Si no sabes las cosas que buscas ni las que esperas, nomás las vas a dar. Yo propondría además que nadie pudiera usar un aparato sin entender su funcionamiento, y no me refiero a puchar los botones, sino a entender el funcionamiento interno, cómo se transmiten y reciben las señales en un celular, cómo funciona la información en la computadora…..¿te imaginas lo que sería del mundo si todos supiéramos cómo funciona nuestro cuerpo y nuestro cerebro, nuestro cuerpo y nuestra alma…, cómo funcionan los gobiernos, el mundo, el cielo….otro mundo! .. de cualquier modo, gracias don Douglas Engelbart por el ratón, sus intenciones y su visión eran buenas, pero ahora necesitamos urgentemente que alguien invente el gato…… salud y saludos licvidriera@aol.com
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