La semana pasada, escribiendo sobre lo que entiendo que debe ser un ciudadano del mundo, iba tan emocionado que ni las teclas tentaba, pero se me acabó el papel así nomás de repente y eso es como detener un avión en pleno vuelo, como dijera un maestro que tuve… ¡Nuuunca me hagan eso…! (eso decía Clavillazo, no mi maestro). Vamos a ver si podemos continuar por el mismo rumbo y a la misma velocidad…
Decía que es justo y necesario y muy recomendable sentirnos ciudadanos del mundo, sentirnos no solo miembros de una tribu, de un país de un grupito, sino y antes que nada, parte de la gran comunidad humana. Para eso es necesario que todos dejemos de lado el fanatismo nacionalista. Por muy bonito que se sienta gritar. “Yo soy mexicano y a orgullo lo tengo”, es mucho más razonable y benéfico poder decir aunque no se grite: “Yo formo parte de esta humanidad que puebla el mundo, comparto la vida con todos los demás seres humanos y no que compartimos el “aquí y ahora” en este planeta”. Sentir el gusto, reclamar los derechos y aceptar las responsabilidades de ser ciudadano del mundo.
Pero ser ciudadano del mundo no solo es sentirte parte de toda la humanidad presente y amarla y respetarla, sino también entender que son parte de la humanidad los que ya han sido y los que serán, los que existieron antes que nosotros y fueron nuestros padres y abuelos y los que vendrán, que son nuestros hijos y nietos.
Ser ciudadano del mundo supone, pues, aceptar el pasado de la humanidad, no avergonzarnos de haber sido primitivos y saber reconocer las antiguas civilizaciones… “grandes” y ricas y pequeñas y pobres. Sabemos que la humanidad empezó en África y muy probablemente la humanidad empezó siendo toda negra, luego al moverse a diferentes climas y latitudes del planeta los colores se fueron adaptando a las necesidades, y fuimos perdiendo el color. Como camaleones, simplemente como camaleones, adaptándonos a los terrenos.
Hoy en día muchos parece que se avergüenzan y quieren negar sus orígenes. Dicen que el que nunca a sido cosa y que cosa llega a ser, llega a ser tan grande cosa que no hay cosa como él… Muchos hombres modernos parece que piensan que no le debemos nada al pasado… Nos estamos portando como esos llamados nouveaux riches, (los nuevos ricos) o como los “juniors”, como niños engreidos y mimados… Creemos que todo lo que existe en el mundo moderno ha sido gracias a los hombres modernos, y a los occidentales principalmente, y hasta hay algunos que creen que no es verdad que la tierra gire alrededor del sol, sino que el sol gira alrededor de…. Estados Unidos y de Europa…
A veces parece que la sociedad moderna piensa que sin nosotros no habría civilización en este planeta.. ¡hasta donde llega el taruguismo! ..y la falta de agricultura. Si no fuera por las civilizaciones del pasado no existiría la nuestra mal llamada civilización, porque en muchas cosas las civilizaciones pasadas nos aventajaron… ¡Sí,eñor!
Es algo parecido a lo que dicen ahora, que para cuando tú te das cuenta que tu papá tenía razón y que era un hombre sabio, ya tienes un hijo que piensa que sabe todo mejor que tú… ¿a poco no?.. y ya es tarde para hacer cambios, ni tu papá está ni tú hijo te va a hacer caso.
Lo mismo nos pasa en las civilizaciones la nuestra piensa que nuestros antepasados eran ignorantes, que no sabían nada, “ni siquiera tenían celulares, tú”. Estamos en ese estado de adolescencia de creer que lo sabemos todo, que el universo no podría existir sin nosotros, los actuales civilizados,…. ¡soberbios !!! Soberbios e ignorantes. Grandes enemigos de los ciudadanos del mundo son los envidiosos de la sociedades antiguas, y los que las ignoran. Las grandes civilizaciones del pasado no solo dejaron ruinas, dejaron sabias enseñanzas que nosotros, niños sabelotodo, no queremos entender y seguimos cometiendo los mismos errores que ellos nos dijeron que no cometiéramos.
Nos admiramos del “salvajismo” de las pasados de civilizaciones y nos gloriamos de nuestro salvajismo… nomás te voy a poner un ejemplo, antes que se me acabe el papel porque ya le voy viendo el fin a esta página… China (no hablaré, por hoy, de la destrucción de las grandes culturas del nuevo mundo), dio al mundo la imprenta, la pólvora, el papel y muchas cosas más…. dicen que hasta el espagueti. Por el 1860, más o menos, fue un ejército de civilizados ingleses y franceses a buscar que China abriera su comercio a occidente, China se negaba y se armó la trifulca… y destruyeron el llamado “Palacio de verano” una maravilla antigua, herencia vieja de viejas dinastías… Cuando el escritor Víctor Hugo supo de la destrucción escribió escandalizado: “Nos llamamos civilizados y a ellos los llamamos bárbaros”, “Aquí está lo que la Civilización le hizo a la Barbaridad”….
(Humboldt, ¿por qué te callaste, hubieras dicho algo parecido sobre México… ).
La idea es esa, ya se me acabó el papel, sigue reflexionado un rato más…
Salud y saludos… Maso licvidriera@aol.com
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine