EFE
La inmunoterapia se ha confirmado en el congreso de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) como una terapia con resultados de control de la enfermedad a largo plazo en aquellos tumores en los que la investigación está más avanzada, como melanoma, pulmón o vejiga…
La cita mundial de la oncología echa hoy el cierre a su 52 edición, que durante cinco días ha congregado en Chicago (EEUU) a más de 35.000 especialistas en cáncer, se han presentado más de 5.000 estudios y ha recibido una visita poco habitual en un ámbito científico, la del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El político escogió el mejor auditorio para anunciar la creación de una nueva base de datos para la investigación del cáncer como parte de su proyecto “Cancer Moonshot”, que pretende lograr en cinco años el progreso de una década, con más tratamientos disponibles y más capacidad para prevenir el cáncer en estadios iniciales.
Denominada “Genómica de Datos Comunes”, la base contiene datos genómicos de 12.000 pacientes, pero la idea es que se vayan incluyendo más con el tiempo y que sirvan para que los investigadores comparen información sobre tumores, perfil de los pacientes y reacción ante los tratamientos.
Sobre todo ante los tratamientos de nueva generación como los fármacos de inmunoterapia, que estimulan el sistema inmunológico del paciente para que ataque al tumor y que, una vez más, centraron la atención de ASCO este año.
Pero también siguieron en la brecha de la investigación las terapias dirigidas contra dianas tumorales, las quimioterapias convencionales o pruebas de detección como la biopsia líquida, que se consolida como una alternativa a la biopsia de tejido al ofrecer una imagen precisa del paisaje genómico del tumor, lo que favorece seleccionar la terapia adecuada para cada paciente
La presidenta de ASCO, Julie M.Vose, en declaraciones a los medios españoles en el congreso, destacó que en esta edición se ha constatado que la inmunoterapia está logrando “resultados a largo plazo”, parar la enfermedad en tumores metastásicos.
“Muchos pacientes siguen en remisión al cabo de cuatro o cinco años en enfermedades en las que no se esperaba ese resultado”, apuntó.
Respuestas prolongadas a tratamientos es lo que han probado fármacos contra la proteínas PD-1 y PD-L1, causantes de frenar al sistema inmunológico frente al cáncer.
Actúan, entre otros, en casos de cáncer de pulmón no microcítico metastásico o en el de vejiga, otro de los tumores de mal pronóstico que comienza a bajar la guardia ante la inmunoterapia.
Pero quitar “el freno al freno PD-1 y PD-L1” es solo una vía de actuación, la “punta del iceberg” de todo el potencial que presenta la inmunoterapia, asegura el presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), el español Josep Taberno.
“Hay más cosas que investigar, el tope no lo hemos visto todavía, hemos visto lo fácil, pero queda mucho todavía”, asegura el también jefe de Servicio de Oncología del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, que asistió a la reunión de ASCO.
En la misma línea, el investigador español y director del Programa de Inmunología Tumoral de la Universidad de California, Antoni Ribas, considera que, aunque la inmunoterapia está obteniendo respuestas duraderas de los pacientes, “todavía no llega a todos”.
“El siguiente paso -indicó- es saber por qué unos pacientes responden y otros no. Pero no va a llegar al cien por cien, habrá algunos en los que el sistema inmune no se pueda activar”.
Pionero en el tratamiento inmunoterápico en melanoma, el oncólogo y hematólogo constata que, “de los pacientes que responden, el 75% duran años en una enfermedad que antes era mortal en meses y ahora llevan una vida normal”.
Y en este gran paso la inmunoterapia no ha funcionado sola sino que lo hace en combinación con otros fármacos inmunoterápicos, con distintas quimioterapias y con terapias dirigidas.
Se trata de medicamentos de nueva generación con precios altos que provocan voces en contra. “En un tiempo no muy largo no vamos a poder pagar los tratamientos para el cáncer porque cada año surgen nuevos para tumores que antes no tenían”, advirtió el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Miguel Martín.
Un estudio presentado en ASCO concluye que el precio al por menor de los medicamentos contra el cáncer es más bajo en los países de menos ingresos pero, aún así, siguen siendo menos asequibles que en los países económicamente más potentes.
Un cierre económico para una reunión científica en la se conocieron estudios destacados en la sesión plenaria como el doble trasplante de células madre que logra que sigan con vida y libre de enfermedad, tres años después de tratamiento, niños con neuroblastoma, un cáncer cerebral infantil de alto riesgo.
Ana Soteras
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