México, 6 nov (EFE).- La masacre de nueve miembros de una comunidad mormona en el norte de México fue supuestamente perpetrada por el cártel de La Línea durante una disputa por controlar la región a la banda criminal de Los Salazar, según los avances en las investigación dados a conocer este miércoles por las autoridades.
El jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, Homero Mendoza Ruiz, explicó en rueda de prensa que, tal como apuntaban de manera preliminar este martes, el macabro asesinato de las familias mormonas tendría relación con un suceso acontecido horas antes en Agua Prieta, municipio del estado de Sonora que hace frontera con Estados Unidos y también con el estado de Chihuahua.
En la madrugada del lunes, en Agua Prieta hubo un choque armado entre La Línea y Los Salazar en el que se reportaron detonaciones de armas de fuego y vehículos incendiados, y apareció un hombre muerto.
No se tiene mucha información de ambos cárteles. De La Línea se dice que fue durante años el brazo armado del Cártel de Juárez pero se habría escindido, mientras que Los Salazar es un grupo regional que podría tener nexos con el Cártel de Sinaloa (o del Pacífico).
“Se asume que la organización delictiva de La Línea, ante la intención de Los Salazar de entrar en Chihuahua, deciden mandar una célula entre Janos (Chihuahua) y Bavispe (Sonora)”, más al sur, detalló el militar, quien este martes viajó junto con el canciller Marcelo Ebrard, y el titular de Marina, José Rafael Ojeda, al lugar de los hechos.
Esta decisión del cártel de desplazarse hacia el sur para “evitar cualquier incursión o penetración” del grupo antagónico pudo ocasionar la tragedia, pues las familias asesinadas viajaban en esos momentos por esa misma región y pudieron ser confundidas.
El saldo es de tres mujeres y seis menores muertos, además de seis menores lesionados, una menor ilesa y otra desaparecida y hallada horas después.
A La Línea “se les está atribuyendo la materialización de esta agresión a las familias LeBarón y Langford”, apuntó Mendoza.
El militar indicó que las tres camionetas en que viajaban las familias -tres mujeres con 14 menores- son similares a las que usan con “regularidad” los delincuentes de esta zona serrana entre ambos estados.
En la cronología de los hechos dada a conocer este miércoles, el Gobierno cambió ligeramente la versión dada a conocer el martes, pues ahora se sabe que las familias salieron del rancho La Mora (Sonora) rumbo a Janos (Chihuahua), y no viceversa.
Se produjeron distintos atentados, en diferentes horas, contra los vehículos de las familias, que usaban de manera “rutinaria” estos caminos rurales. La primera camioneta fue la más afectada y tras recibir una fuerte ráfaga de disparos, explicó el militar, terminó incendiándose dejando cuerpos calcinados dentro.
Mendoza reconoció que en la región faltaban tropas porque no estaba catalogada en estos grandes estados del norte de México como “área de conflicto”.
POSIBLE APOYO DE EE.UU. Y CONTROL DE ARMAS
Tras conocer la matanza el martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció su ayuda militar a México para iniciar una “guerra” contra los cárteles.
El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió apelando a la “soberanía” nacional, si bien agradeció cualquier cooperación siempre “en el marco de la legalidad internacional vigente y de acuerdos bilaterales”.
Tras el diálogo por teléfono de los dos mandatarios sobre el suceso, que abrió un nuevo frente de México con Estados Unidos porque los fallecidos tenían doble nacionalidad, el canciller Ebrard puntualizó este miércoles la posible colaboración entre países.
Al hablar de esta “comunidad binacional”, explicó que México dará “el mismo trato” a las autoridades estadounidenses que el que ha recibido México en otros sucesos como el tiroteo en El Paso (EE.UU.) de agosto, con 22 muertos, ocho de ellos mexicanos.
Indicó que existe un tratado “vigente” de cooperación sobre asistencia jurídica mutua, y será a través de este que la Fiscalía General de la República (FGR) podrá determinar si recibe apoyo del FBI.
En principio, vio pertinente que las autoridades estadounidense se inmiscuyan en el tema porque los más de 200 casquillos de bala recolectados en el lugar de los hechos apuntan a que todas eran armas que “son de fabricación, en alguna proporción, de Estados Unidos”.
“Y se tiene que hacer un trabajo conjunto para ver cómo entran estas armas y se manejan en la zona”, subrayó.
El canciller aseguró que hay “muy buena comunicación” entre ambos mandatarios y que, mientras en el pasado ante situaciones así imperaban “las recriminaciones”, ahora lo que se busca es una “cooperación eficaz”.
En la conferencia matutina desde Palacio Nacional, López Obrador destacó la colaboración entre autoridades federales, estatales y locales a la hora de investigar la masacre.
Y rebajó la presión con Estados Unidos al afirmar que, en la llamada telefónica, le agradeció el “interés” y el apoyo ofrecido, sin hablar del envío de “un equipo” a México.
“Sí agradecemos mucho, porque no es ese afán injerencista, esa prepotencia de querer intervenir en asuntos que solo competen a los mexicanos, sino (que Estados Unidos) dio una manifestación de solidaridad, de apoyo, si nosotros lo solicitamos”, concluyó.
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