En el principio era la palabra, hoy son las fotos… los monitos.
En el principio los libros tenían pocas ilustraciones, tenían letras, la palabra era el medio de comunicación. Luego se inventó la fotografía y ya hubo libros con fotografías, pero lo importante seguía siendo las palabras.
Pero cada vez fueron aumentando los “monitos” en los libros, al grado que un libro sin monitos ya no era muy aceptado por los nuevos lectores, por eso fueron un éxito las revistas de monitos, aunque las palabras, seguían siendo importantes en las revistas de monitos. Porque si ves las modernas revistas de monitos, lo importante son los monitos, las palabras son pocas y casi siempre son un ¡Pum! ¡Kataplum! ¡Boooom! etc….
De igual manera hubo un tiempo en que las noticias se leían en papel, muchas palabras, que también poco a poco se fueron adornando con monitos y fotos, pero la palabra seguía siendo la base. Luego aparecieron los aparatos que hablaban y las noticias nos llegaban por radio. No, no había modo de poner monitos en el radio, por eso pronto se inventó la televisión para que viéramos monitos y hasta se hicieron famosos los monitos que nos platicaban las noticias. Y las palabras de convirtieron en imágenes y las noticias nos las contaban con monitos y películas…. Y así ha sido cómo las palabras se han ido reduciendo y aumentando las fotos, las imágenes, los videos. Y más que poco a poco, yo diría que mucho a mucho se ha ido perdiendo el gusto que por la palabra. Y si parafraseamos algo que dice un evangelio, que en el principio existía el Verbo (la palabra) y el Verbo era Dios….yo diría que al irse perdiendo el gusto por la palabra se va perdiendo el gusto por la Verdad… Y por eso el mundo anda como anda y por eso vamos ‘marchando’… rumbo al matadero, pues.
Pero antes de llegar hasta allá, volvamos a las palabras y a las fotos, a los escritos y a los monitos…
Aquí mismo en el Aviso me han insinuado mis jefes que mis escritos tienen muchas letras, ‘stan muy largos’. Como ignoré las insinuaciones, ya me lo dijeron claramente: “Los millennials no leen mucho, hay que hacer los artículos más cortos o meterles más ‘monitos’”.
Señores, yo me resisto, me niego a renunciar a la palabra. Me niego a ser cómplice de la degradación de la palabra ante la invasión de los monitos. Sigo creyendo en las palabras, en la Palabra, en el Verbo, y mis artículos seguirán teniendo muchas letras. Porque creo en la palabra escrita y porque estoy seguro que entre los millennials todavía queda el buen gusto por la palabra escrita.
Si eres de los que piensan que se engaña más fácil con palabras que con fotos, te diré, que todo depende del engañador y del engañado. No niego que la mentira se ha propagado con palabras, pero hoy en día el arte de mentir se ha perfeccionado tanto que la mentira parece más real que la verdad y las imágenes son falseadas con la misma facilidad.
No es raro que se usen fotos equivocas para acompañar algún escrito. (Como se puede usar el escrito equivocado para acompañar alguna foto) Unas veces por ignorancia, otras por la flojera que les da a algunos el averiguar, otras veces con toda la mala intención de engañar, el caso es que muy seguido se ve que las fotos en las redes y los medios no corresponden a los hechos que se describen. Te lo digo nomás para que no te tragues todo lo que te den. Todos los días se ven casos. Aquí van unos botones de muestra. El pasado 13 de octubre en su cuenta de Twitter un legislador de la Cámara de Representantes de EE.UU., Brian Mast, dijo al celebrar el 244.º aniversario de la Armada estadounidense. “Feliz cumpleaños a la Marina de EE.UU. A los hombres y mujeres que prestan sus servicios para mantener nuestras aguas seguras, gracias”… pero la foto que acompañaba el mensaje no sólo no era de una nave norteamericana, ni de un país aliado, sino que era de un crucero ruso, el Piotr Veliki.
Hace poco las redes, alertando sobre el peligroso tifón que se avecinaba a Japón aparecían fotos de tifones del año pasado, pero no del tifón Hagibis. Un tifón es un tifón y un acorazado es un acorazado, dirán los flojos, pero no va por ahí, María. La cosa no es así…. Te puedo contar muchos casos, hasta los niños enjaulados en centros de detención de la frontera que no enjauló Trump, sino Obama. Recordarás el escándalo….
Para engañar se pueden usar palabras o imágenes… y hasta gestos y por lo que yo estoy viendo, por dejar de leer, las masas son cada vez más engañables. Yo sigo creyendo que la lectura es el mejor medio para protegernos del engaño, de la mentira, y a ver hasta dónde me aguantan, pero no voy a llenar mi columna de monitos nomás porque los jóvenes no quieren leer…
Salud y saludos y hasta la próxima……..
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