No sé quien haya sido el primero que contó la historia de cómo se cazan los puercos salvajes, sé que no es mi historia, pero la voy a usar para cimiento de esta columna.
Dicen los que saben que para capturar puercos salvajes los primero que se tiene que hacer es encontrar un lugar adecuado en el bosque, evidente que es un bosque donde habiten puercos salvajes, se limpia el lugar escogido y luego se tira un poco de maíz en el suelo. Los puercos empezarán a venir todos los días a comer el maíz, no les falles, ponles su maicito diario. Cuando ya viste que los salvajes puercos se acostumbraron a venir todos los días al lugar, construyes una cerca a un costado del “comedero” o sitio donde tiras el maíz al que ellos ya se acostumbraron a venir. Al principio verán la cerca con desconfianza, pero regresarán por el maíz y por amor al maíz terminarán por acostumbrarse a la cerca… “es parte del comedero”, pensarán los puercos, los puercos salvajes así piensan. Una vez que se acostumbraron a esa cerca, y siguen regresando día a día, les pones otra cerca, al otro lado de la ya existente… Los dejas que se acostumbren y así continúa hasta instalar los cuatro costados del corral dejando una entrada para que regresen día a día por su maíz. Los puercos regresarán, no te preocupes, es un sistema bien comprobado en miles de años de historia, no falla.
Al final instala una puerta en el último lado. Los puercos ya estarán acostumbrados al maíz fácil y a las cercas, comienzan a venir solos por la entrada. Es ahí, cuando tengas buena cantidad de cerdos en el corral, cuando cierras la puerta y ya tienes tu cosecha de puercos salvajes. ¡Fácil!
Así de simple, en un segundo, los puercos pierden su libertad. Empezarán a correr en círculos dentro de las cercas del corral, para un lado, para el otro, los gritos, chillidos y lamentos serán ensordecedores al principio, pero se irán calmando… Ya están sometidos. Dales más maíz.
Una vez que se acostumbren al maíz, aunque sea poco pero sin esfuerzo, estarán tranquilos. Poco a poco se van acostumbrando a su nuevo corralito. Se les olvidará cómo cazar por sí mismos, se les olvidará la belleza de los campos y la vida en libertad y poco a poco se acostumbrarán a revolcarse en su misma suciedad.
¿Le encuentras algún parecido a esta historia? He visto que algunos la aplican a la realidad de algunos países… que si Venezuela, que si México, que si… Para qué darle vueltas, es la realidad del mundo, es la vida de la mensa humanidad.
Bien puede ser que haya habido un tiempo en que la humanidad fue libre, pero luego los “amos del mundo” se apoderaron de los medios de producir maíz y se han dedicado tenazmente a encerrar a la humanidad en corrales.
Desde antes que tengas uso de razón te ponen una cerca de “creencias”, que no puedes dejar de creer porque de algún modo te “quemas” o te “queman”. Esa cerca no sólo te impedirá salir del corral, sino que te impedirá llegar algún día a tener pleno uso de la razón. Pero nos mantienen volviendo al lugar de la pared por unos granos de dinero. Luego nos ponen la cerca de una nacionalidad con una casta social y nos siguen dando el maicito del dinero, suficiente para sobrevivir y producir ganancias a los dueños del corral y del dinero. Para mantenernos tranquilos y que no rompamos las cercas que nos mantienen en esclavitud y para que no se nos ocurra pensar o ver más allá de las cercas del corral nos ponen una pantalla que cada vez hacen más grande y más atractiva para mantenernos entretenidos, con telenovelas y futbol, y felices soñando con una libertad que nunca tendremos, porque lo primero que tendríamos que hacer sería salir del corral… y no nos atrevemos, porque es contra las leyes humanas y divinas salirse del corral, porque aprendimos desde niños que había que respetar a los hombres de Dios y a las autoridades civiles, y que toda autoridad viene de Dios, y los puercos del corral no pueden tener autoridad…. pero nos dicen que somos libres, que tenemos democracia, que podemos elegir “libremente” a nuestros gobernantes, (entre dos candidatos que nos pongan), que todo está bien…. Ya no sabemos siquiera en qué consiste la verdadera felicidad, porque solo hemos conocido la felicidad del corral que consiste simplemente en tener más maíz que los demás….Como los puercos, hemos aprendido a revolcarnos en nuestra propia suciedad “sociedad”… Los que nacimos entre la suciedad del corral no tenemos idea de lo que es ser libre de verdad…. a los pocos que podrían ser libres y cuyas vidas no entendemos les llamamos “indígenas” , “etnias”, nativos… pero al fin subdesarrollados… porque no viven en corral. como nosotros “civilizados” (entiéndase acorralados)… Sé que esta columna, darían para más, pero la pestilencia nos impide pensar con claridad, el ruido del corral es abrumador, porque a los acorralados les aturde el silencio y tienen que estar haciendo ruido constantemente… Logra refugiarte un poco de todo el ruido y la pestilencia, y completa tú mismo estas reflexiones .. te podrían ayudar… nos podríamos liberar, podríamos ser felices de nuevo en los campos libres del mundo… de la verdadera existencia…. Por ésta, que no fumé nada… Salud y saludos….
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