Malos hábitos alimenticios culpables de fallecimientos

Comer más alimentos buenos para el corazón y menos con cantidades elevadas de sal y grasas trans podría salvar muchísimas vidas en el mundo cada año, a juzgar por las conclusiones a las que ha llegado el equipo de Ashkan Afshin, de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos.
Un consumo escaso de alimentos como verdura, fruta, cereales integrales y frutos secos, combinado con uno excesivo de sal y grasas trans, influye grandemente en el número de muertes por enfermedad cardiovascular en países como Estados Unidos.
El nuevo análisis, diseñado para identificar cómo influye la dieta sobre la incidencia de estas enfermedades, se nutrió de datos del período 1990-2012 provenientes de una encuesta sobre la salud y la nutrición nacionales, datos sobre disponibilidad de comida procedentes de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas, y otras fuentes.
Observando las muertes por enfermedades cardiovasculares en 2015, los investigadores encontraron que una elección dietética poco adecuada jugó un papel preponderante en los fallecimientos de unos 222,100 hombres y 193,400 mujeres en el mundo.
También se evaluó hasta qué punto estaban relacionados los factores de riesgo dietéticos con dichas muertes por enfermedades cardiovasculares y se encontró que hay….:

• Bajo consumo de frutos secos y cereales (11,6%);
• Bajo consumo bajo de verdura (11,5 %);
• consumo bajo de cereales integrales (10,4 %); y un exceso de sal (9 %).

La Asociación Estadounidense del Corazón pone énfasis en la importancia de comer de forma sana, gracias a una dieta rica en frutas, verdura, legumbres, cereales integrales, frutos secos, productos lácteos bajos en grasa, pescado, productos avícolas, y poca carne roja procesada o grasa. La asociación también sugiere la limitación de refrescos azucarados, sal (sodio), y grasas saturadas y trans.