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MÁS FELIZ TE HACE DAR QUE RECIBIR

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Todos los vicios y defectos que quepan en el hombre y en la humanidad, ¡Y caben muchos!, tienen que ver con la MENTIRA, el engaño, la hipocresía, y a fin de cuentas nacen de la falta de amor, nacen del ODIO.

Por el contrario, todas las cualidades, valores humanos y virtudes habidas y por haber tienen que ver con la VERDAD, autenticidad, sinceridad, y a fin de cuentas nacen del AMOR.

Un hombre virtuoso, una persona, digamos para que mejor nos entendamos, una persona honesta, noble, cabal, digna es una persona que es amante de la Verdad y que sabe Amar.

Y el que sabe amar es como el buen juez, por su casa empieza. El que sabe amar empieza por amarse a sí mismo. Si no empieza por allí, no llegará lejos, no logrará llegar a amar a nadie.

Sé sincero contigo mismo y reconocerás que todo lo que haces, absolutamente todo, es por tu propio bien… y así debe de ser… ¡Y no hay nada malo en eso!

Llámale egoísmo si quieres, (aunque no lo es)pero sobre todas las cosas, está el amor propio, el bien propio, y luego el de los demás. Así debe de ser…. y si así fuera, otro gallo nos cantara y otro mundo se tuviera.

Sacrificarnos por los demás sólo lo hacemos cuando en ese sacrificio encontramos, o creemos encontrar la felicidad, la felicidad propia. Digo que creemos que encontraremos la felicidad, porque también hay quien se equivoque. Y a veces te sacrificas y todo pasa, ni haces feliz a la persona por la que te sacrificaste ni eres feliz tú. ¡Bonita fregadera!

Buscar el bien propio haciendo daño a los demás es el camino equivocado, el camino falso. Nunca se logra ni se puede lograr la felicidad propia sobre la infelicidad, el sufrimiento de los demás.

Engañar a los demás, diciendo que los ayudamos cuando en realidad los estamos fregando, te puede conducir a hacer dinero, te puede conducir a lograr  poder, te puede conseguir un buen puesto, pero no te dará felicidad. Te lo garantizo y si no lo entiendes es que eres bien bruto… y sí, los brutos pueden sentir placer, pero no la felicidad verdadera.

La felicidad se logra haciendo felices a los demás, se logra dando, compartiendo… Sí, claro que te sientes a gusto cuando te dan algo, cuando recibes un regalo, pero te aseguro que más a gusto se sentirá el que te dio el regalo al ver tu gusto al recibirlo.

Ahorita que tienes frescos los recuerdos de Navidad, ¿Dime si no te sentiste más feliz viendo la cara de felicidad de tus nietos cuando abrieron el regalo de Navidad que les diste que cuando abriste la caja con otra bufanda que vas a guardar el en clóset con las otras cinco..¡Ni que fueras jirafa para necesitar tantas bufandas! ¿Verdad que te hace más feliz el dar que el recibir?

Pero para que el dar te traiga felicidad hay que dar con gusto, dar de voluntad, y si se puede, dar al que necesita lo que necesita y no puede o no sabe cómo conseguirlo.

Esos intercambios de regalos que se hacen entre compañeros de trabajo y a veces entre miembros de familias numerosas, puede que a veces funcionen, pero más bien son compromisos. Cuántos andan descontentos porque les tocó regalarle a la persona que más gorda les cae en el trabajo o en la familia. Incluso entre parientes no todos se caen bien. Y para colmo de males, ese regalo que compraste de mala gana le gustó mucho a esa persona que te cae mal… Y eso en lugar de alegrarte te pone de mal humor. Dar solo te hace feliz cuando das con el corazón.

Dar un regalo es pensar en algo que le haga bien a la persona que lo recibe, sea que la haga feliz por lo valioso, lo bello, o por su utilidad… Algo que los haga exclamar: ¡siempre había querido algo así!. Pero la mayoría lo que hacemos es salir del compromiso en que hemos convertido la Navidad.  Cuántos hay que pasada la Navidad se sacuden las manos, “Ufff. ¡Ya cumplimos!, Ya salimos otra Navidad…….. endrogados, pero ya cumplimos”.

Nomás no vayas a salir así de la vida, sacudiéndote las manos y diciendo que ya cumpliste, cuando no diste lo mejor de ti mismo y cuando te vas debiendo, porque lo que diste a los demás no era tuyo, no eras tú, cuando salió de tu cartera, pero no de tu corazón.

La mayoría no creemos que dé más felicidad el dar que el recibir, porque es algo que se practica muy poco en el mundo…. ¡por eso tenemos una humanidad tan feliz, con tanto amor, igualdad, justicia, paz….! ¿de veras? Ojalá la Navidad te haya enseñado algo.  Te hace más feliz el dar que el recibir....  Ama y serás feliz. No es cuestión de religión, no seas suato, es cuestión de ser humanos… racionales.       Feliz Año 2020

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