Hola amiga, Tal vez estés agotada de tanta fiesta, como yo, por eso siéntate un ratito, relájate, tomemos un descanso con un rico café para que podamos conversar… Tuve la fortuna de poder tomarme unos días de descanso y poder observar a mi alrededor y descubrir que el mundo está lleno de mama’s boys. Seamos sinceras: todas conocemos o hemos escuchado alguna vez la historia de un hombre adulto, hecho y derecho, a quien por su conducta le hemos aplicado el término “mama’s boy”, que adoptamos del inglés.
Andan por ahí, entre los 20’s y los 30’s (y a veces hasta un poco más), con sus camisetas planchadas por mamá, con su almuerzo bien cocido por mamá, con sus cuentas manejadas por mamá y hasta -en casos extremos- estudiando en la universidad o ejerciendo la profesión que mamá les escogió.
No se trata del hombre que se preocupa responsablemente por su madre, o del hijo que siente un apego particular por la mujer que le dio la vida. Se trata más bien de relaciones disfuncionales que pueden marcar negativamente más de un aspecto de la vida tanto del hijo como de la madre. “Las conductas dependientes pueden generar problemas en todas las relaciones. La comunicación y la cercanía con la madre, en este caso, no es el problema, el problema está en que estos hombres, al no cortar nunca el cordón, terminan por afectar nuestras relaciones.
Señales de que algo anda mal:
– Existen múltiples llamadas entre ellos, para consultar decisiones cotidianas.
– Cancela compromisos contigo, para cumplir con los del núcleo familiar de la madre.
– Suelen minimizar a la pareja frente a la madre.
– No tienen nada de capacidad de tomar decisiones con criterio propio y sin consultar.
– Todo lo consulta con la madre y nunca refuta sus consejos.
– Manifiesta inseguridad y falta de fortaleza para hacer cosas por sí mismo.
– Aplaza o cancela planes personales o familiares por no abandonar a la madre.
En pocas palabras tu pareja es un nene de mamá por lo que no tienes muchas opciones, sigues adelante o llegan al final… Si decides seguir…
Acepta que tu pareja es un niño de mamá, y nada lo va a cambiar, ni siquiera el amor, ni limpiarle la ropa o incluso el sexo. Trabaja con la situación en lugar de contra ella.
Hazte amiga de su madre. Esto puede parecer difícil al empezar, pero si logras convertirla en tu aliada y no en un enemigo, tienes todas las de ganar. Esto se puede hacer hablando con ella cuando llama 20 veces al día, enviando cartas especiales en días festivos y tomándote el tiempo para pasar el rato a solas con ella.
Toma ventaja de la situación. Si tu pareja está quejándose de no tener ropa limpia o una cena caliente, dile que vaya donde su madre para que ella le lave una carga de ropa y le dé de comer. Cuando se queje sobre el dinero, envíalo de la misma forma para que consiga algo.
No hagas caso de sus palabras que puedan desprenderse durante las peleas y las comidas, donde, dice, “Tú nunca serás tan buena como mi madre”, o “Así no es como mamá hace el pan de carne”.
Sigue siendo tú misma. No es necesario empezar a actuar como su madre o hacer el pastel de carne como ella lo hace. Conserva la propia personalidad estelar que te unió con tu novio.
Consejos y advertencias: Nada de esto es fácil, pero puede ser divertido si lo miras como un juego. Nunca corras a tu pareja para quejarte sobre ella ni te acerques a su madre para quejarte de él. El equipo hijo y madre no se rompe, en especial por una mujer.
Lo que si te voy a recomendar es que nunca aceptes que vivan todos juntos porque ese sí será el fin de la relación…
Buena suerte con la suegrita.
Como siempre, tengo mis mejores deseos para ti, que este nuevo año que ha comenzado llegue lleno de bendiciones para todas…
Buena suerte, espero que pronto me escribas a marilau@216.98.133.232 – hasta la próxima!!!
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