Durante mucho tiempo se creyó que ser zurdo era una enfermedad, pero hoy se sabe que esto no es así, que ser zurdo no representa ningún problema de salud y que esta característica no debe intentarse corregir.
Hoy en día ser zurdo se ve con normalidad, pero hace unos años -y las personas mayores lo pueden corroborar- se consideraba que el niño zurdo tenía un problema de salud. Muchos de ellos fueron obligados a utilizar la mano derecha incluso con castigos.
Lo que determina ser diestro o zurdo es nuestro cerebro, que está dividido en dos hemisferios y, que entre otras muchas cosas, controla nuestras acciones con las manos. El hemisferio derecho controla nuestra mano izquierda y el hemisferio izquierdo la mano derecha, estas partes son simétricas y cada una de ellas controla la actividad de una mitad del cuerpo.
Las personas que utilizan por igual ambas manos son llamadas ambidiestras. Un niño utiliza ambas manos indistintamente hasta la edad de 4 años, es entonces cuando se puede notar la preferencia lateral y por este motivo son numerosas las veces que en el ámbito escolar se descubre que un niño es zurdo, ya que es cuando empiezan a utilizar las manos de una manera más activa.
Los expertos confirman que una persona es diestra o zurda desde el momento en que nace. Algunas estadísticas nos dicen que un niño de padre zurdo tiene alrededor del 10% de posibilidades de serlo, pero si es la madre estas posibilidades aumentan hasta un 20% y si se da el caso de que ambos padres son zurdos, los hijos estarán al 50% de serlo también.
Pero aparte de la herencia genética, también existen otros factores:
La abundancia de una hormona llamada testosterona, que suele ser mucho mayor en los hombres que en las mujeres, y que provoca que los varones tengan más posibilidades de ser zurdos. Cuando siendo feto hay un mayor riesgo sanguíneo en el hemisferio derecho, puede determinar que el bebé utilice la mano izquierda preferentemente. Un niño zurdo puede tener problemas a la hora de integrarse en la educación escolar, en especial con la escritura, ya que un diestro a la vez que escribe está viendo lo escrito, mientras que un zurdo lo va ocultando.
Esta situación puede ocasionar que la destreza sea menor que la de un diestro, pero no por eso debe ser obligado el niño a escribir con la mano derecha ya que podría ocasionarle un retraso escolar y una confusión cerebral al tener que modificar su preferencia. Nunca deben ser recriminados por ello, más bien se debe intentar que tengan utensilios y herramientas que les faciliten utilizar su mano izquierda.
Es importante que al niño se le explique porqué es zurdo, y debe saber que hay otros niños que también lo son.
¿POR QUÉ HAY NIÑOS ZURDOS Y DIESTROS?
La respuesta está en una configuración cerebral diferente. El hemisferio derecho dirige los movimientos del lado izquierdo de nuestro cuerpo y el hemisferio izquierdo rige los del lado derecho. En la mayoría de niños (diestros), el hemisferio izquierdo es el dominante, pero en otros, prima el derecho (zurdos).
Es alrededor de los 4 años cuando se establece la preferencia sobre una u otra, si sobre esta edad, el niño aún se muestra ambidiestro, le debes vigilar porque existe la posibilidad de que tenga problemas de inmadurez motriz.
Alrededor de los 7-8 años aproximadamente es cuando se sabe si el niño es diestro o zurdo.
Cuando opta por la mano de la escritura es cuando se puede hablar de su lateralización definitiva. Un poco de atención a las actividades cotidianas de tu hijo es suficiente para descubrir la dominancia de su lateralidad. Fíjate en el pie que emplea para chutar un balón, en la mano con la que abre un caramelo u hojea un libro.
Lo que se debe tener presente es lo importante que es ayudar a tu hijo a definir su lateralización de forma correcta. Siempre ten en cuenta que no incide absolutamente nada en la normalidad de un niño el hecho de que utilice preferentemente su lado izquierdo o su lado derecho.
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine