Toda mujer, y hombre también, sabe que tener un hijo es una experiencia inolvidable, pero pocas mujeres en el mundo han tenido la oportunidad de dar a luz a un hijo mientras se encuentran ‘en el aire’, y no propiamente en un avión, sino en un dirigible de aire caliente… y a casi dos mil pies de altura!
Este es el increíble caso de Melisa Hubert, una mamá primeriza de 37 años, que tuvo un varón de 6 lbs. 5 onzas en el momento en que junto con su marido Bill, flotaban en un llamativo globo, por encima de Phoenix, Arizona.
A decir de Bill, los dos, desde hace varios años, han sido muy aficionados a los vuelos en globo.
“Jamás me imaginé que esto pudiera sucederme”, declaró Melissa.
“Yo no esperaba la llegada de mi bebé, sino hasta dentro de unas ocho semanas después de la fecha en que me ocurrió, de ninguna forma me hubiera arriesgado a subir, de haber imaginado que esto podía pasar; no iba a poner en peligro la vida de mi bebé, e incluso la mía. Todo fue tan de repente que todavía no puedo creerlo. Sentí que el bebé estaba pateando justo después de que despegamos. Mi esposo y yo, sólo hicimos bromas sobre esto; él incluso me acarició el vientre mientras decía: «¿Qué te parece un viajecito por allá arriba, amiguito?»; Yo estaba feliz con Bill, sin imaginar lo que iba a ocurrir, todavía nos tomamos una copa de champagne, celebrando la próxima llegada de nuestro hijo”.
EMPEZARON LAS CONTRACCIONES
La joven comenta que mientras se hallaban a unos 1900 pies de altura, empezó a sentir contracciones y de pronto sintió como se le rompía la fuente. “Todo esto me parecía irreal; no podía creer lo que estaba sucediendo”, dice la recién estrenada madre.
Sin embargo, Bill, de 37 años, ex piloto de la Fuerza Aérea norteamericana, mantuvo la calma y se dispuso a ayudar al nacimiento de su hijo.
“Simplemente hice lo que tenía que hacer, y lo volvería hacer”, expresó modestamente el feliz padre.
“El bebé de cualquier forma iba a nacer, así que procuré que lo hiciera en las mejores condiciones posibles dadas las extraordinarias circunstancias del caso. Cuando vi que empezaba a asomar su cabecita, no sé como, pero me las arreglé para ayudarle en su cometido, Dios era mi hijo”!!.
“El bebé soltó un grito o chillido, lo que nos indicó que el milagro había sucedido, y entonces todos empezamos a llorar de felicidad. Fue la locura; algo que nunca olvidaré. Elevamos al cielo gran cantidad de oraciones; fue maravilloso, que por siempre marcará mi vida, tener en mis manos a mi hijo”.
HACIA UN LUGAR SEGURO
Mientras Melissa atendía al recién nacido, Bill condujo el globo de más de 25 metros hacia un lugar seguro para poder aterrizar, haciendo un llamado urgente por la radio al hospital más cercano, a efecto de que hicieran los preparativos para recibir a su hijo y a la mamá después del improvisado “parto de altura”.
En virtud de que la feliz familia tenía que cruzar una parte desértica sobre Arizona para realizar el aterrizaje en el lugar indicado. Bill, quien es un veterano conductor de globos, tuvo a bien invocar la “oración de los voladores de globo”, la cual es una tradición entre quienes realizan su primer ascenso, en este caso fue la de su hijo recién nacido.
Madre e hijo fueron trasladados al hospital en cuanto el globo tocó tierra.
Después de ser examinados, ambos fueron declarados en excelentes condiciones.
Tanto el padre como la madre, dan gracias a Dios que pueden contar esta historia que sin duda por siempre estará en su corazón.
Y Créalo o No, Así Fue como una mujer dio a luz en un globo… ¡a casi dos mil pies de altura!!!
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