Podemos ver constantes muestras de afecto en lugares públicos. Hay parejas que se miran cálidamente, se tocan, se besan, se abrazan… y quienes están alrededor, la mayoría de las veces, las asumen como muestras habituales de afectividad.
A pesar de tener una mente abierta, muchas veces existen personas que se siguen aterrorizando de las demostraciones de cariño, como también existen millones de parejas que exageran.
El ser testigos de ciertas muestras de afecto, depende del lugar y el momento. Es decir, no es lo mismo ver a una pareja besarse cálidamente, por ejemplo, al encontrarse en una estación de tren, que ver un beso apasionado dentro del tren en el asiento de enfrente.
También es posible encontrarnos con situaciones bastante subidas de tono. Basta con darse un paseo por los parques y lugares públicos un viernes o sábado por la tarde para encontrar a jóvenes parejas, ajenas a lo que ocurre a su alrededor. Podemos ver grandes demostraciones de amor pasional, sin que tengan ningún tipo de reparo por la gente que está a su alrededor.
Pero ¿qué pasa cuando nuestra pareja -o tal vez uno mismo- es la apasionada, sin importarle el lugar donde nos encontremos?
Muchas parejas aseguran que depende mucho del momento y el lugar donde estén, pero también comentan que si uno de los dos no es tan cariñoso, generalmente le resulta algo penoso que la gente vea cómo lo besan o lo abrazan en público.
Los besos y las demostraciones de cariño son algo muy natural, sólo que hay que tener respeto por la gente que está a tu alrededor para no pasar a ser exhibicionista. Ahora bien si a tu pareja no le gusta mostrar su amor en publico no está mal, eso no significa que te quiera menos, solo que son personalidades diferentes y prefieren demostrarte su amor en una forma más privada.
Los mimos, los besos, las caricias y todas
las demostraciones de amor solo son
de la pareja y no es necesario exhibirse
para que el mundo crea en
su amor.
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