Al nacer, la criatura tenía ochos extremidades y los vecinos la consideraban la reencarnación de una diosa. La pequeña fue bautizada por sus padres, como Lakshmi, en honor a la diosa hindú de la suerte, la fecundidad y de la belleza femenina. Lakshmi Tatma, siempre será recordada como la “niña diosa” de India. La pequeña nació con el síndrome del “gemelo parásito”; es decir, dos cuerpos unidos por la pelvis, aunque uno de ellos no se desarrolló. Por esto la niña al nacer apenas podía moverse ni gatear y los médicos pronosticaron que, sin una cirugía, no podría sobrevivir más allá de un tiempo limitado.
Un equipo médico de más de 36 profesionales participó en una maratónica cirugía, que duró más de 40 horas, para extraerle las extremidades y los órganos sobrantes, pero sin dañar ninguno de sus delicados órganos propios.
El resultado fue exitoso. Actualmente Lakshmi tiene ocho años, y se desarrolla como una niña normal.
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