Qué pasóoo razaaaa!!, ¿cómo les va de calores y calenturas, con estas temperaturas, bien o no’más la van pasando?, les deseo lo mejor.
Pa’empezar, denme chanza de echarles uno bueno, sí claro, un buen chistorete, si no ¿qué otra cosa pudiera ser? … así que, sin más ni más, ahí les va.
Resulta que un par de señores, ya mayorcitos, digamos de la tercera edad, llamados Pepe y José (oooh, pos qué quieren, así se llamaban, pues), eran cuadernos, como quien dice, eran buenos cuates.
Se veían en el parque casi todos los días para alimentar a las palomas, observar las ardillas y discutir los problemas del mundo.
Un día Pepe no llegó.
Pero José no se preocupó mucho pensando que quizá tuvo un resfrío o algo parecido.
Pero después de una semana que Pepe seguía sin aparecer, entonces José realmente se preocupó.
Sin embargo, como siempre se juntaban sólo en el parque, José no sabía dónde vivía Pepe, por lo que no podía averiguar qué le había pasado.
Casi un mes después, al llegar al parque, oh!, sorpresa, ahí estaba Pepe!
José estaba muy emocionado y alegre de verlo, así que entre reproche y mucho gusto le dijo:
-•- “Pero Pepe, ¿qué te pasó… por qué no habías venido, estabas mal o qué?.
A lo que el otro contestó: -He estado en la cárcel.
-•- ¿En la cárcel? -exclamó asombrado José- “¿Pues qué te pasó?”
– Bueno, dijo Pepe, “¿te acuerdas de Susy, la linda mesera rubia de la cafetería donde voy seguido?”.
-•- “Claro”, dijo José, “Yo la recuerdo. ¿Qué pasa con ella?”.
-“Bueno, pues resulta que un día me demandó por violación. ¡A mis 77 años!, Yo estaba tan orgulloso que cuando fui a la corte… me declaré culpable… Pero el maldito Juez me sentenció a 15 días de cárcel… por presumido y mentiroso!”
je!, je!, je!, así presumimos algunos… y no; no empiecen a _oder con que cuál de los dos viejitos soy, porque yo sí me los enchipoclo, ehhh!!!
Fíjesenn que el tema de hoy casi nada tiene que ver con el chistorete, salvo por lo presumido y mentiroso del rucailo (casi nada, verdaaá?), bueno pero déjenme les platico.
Ahora que se acercan las fiestas patrias de México y Centroamérica, recuerdo cómo, hace algunos años, estaba en un evento de esos que hay por muchas partes de Estados Unidos, del Grito de Independencia, y mientras escuchábamos a los artistas y esperábamos el dizque, grito, escuché a un niño que estaba junto a mí, preguntarle a su papá que para qué era “el grito”. Y hombre, sin darle importancia le contestó: “Es el grito que dio el cura Hidalgo cuando nos independizó de los españoles”.
¿Y qué gritan? -siguió preguntando el chamaquito-.
Po’s, Viva México, Viva Hidalgo, Viva Morelos, y más vivas!
El chiquillo, como todo niño abusadillo, preguntó: “¿Qué eso no es el 5 de Mayo?”.
A lo que el bato, muy convencido de lo decía, le respondió: “No mi’ijo!, esa fue porque le ganamos la guerra a los franceses”.
Cuando escuché esa sarta de idioteces, no pude menos que pensar entre mí: “Po’s cuál guerra ganamos, si no más les ganamos una batalla… ¿el cura Hidalgo gritó Viva México?, ¿Hidalgo gritó Viva Hidalgo?, ¿Hidalgo gritó viva Morelos?… este _inejo lo único que está haciendo es mal informando al niño”.
Miren, yo pienso que el no saber que en aquel entonces no existía México, sino que era la Nueva España, no está bien… pero pasa!. • El no saber qué gritó el cura Miguel Hidalgo cuando inició la guerra de Independencia, no está bien… pero pasa!… El no saber que el cinco de Mayo se conmemora una victoria sobre el ejercito francés en la batalla de Puebla, no está bien… pero pasa!. Pero lo que NO está bien y NO pasa!, es que por presumidos digamos mentiras a nuestros hijos o los mal informemos, tampoco está bien, que simplemente para salir del paso, a sus dudas y preguntas les respondamos con cualquier -indejada.
Si algo podemos heredarle a los hijos, es nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestras tradiciones, pero correctamente y NO diciéndoles cualquier tontería que muchas veces raya en la estupidez.
Es por eso, mis tuerquitas y tornillitos, yo les recomiendo que aunque sea tantito, dejen de ver las churronovelas, las idioteces de José Luis sin Censura, las monerías de los pequeños gigantes y cuanta madere nos ponen en la tele y dediquen un poquito de tiempo a la lectura, pero a la que es instructiva, educativa e informativa y no no’más lean los deportes en la Opinión o ni los chismes de las Tvnovelas, ni mucho menos este dizque artículo, que francamente no es para instruirse, sólo para reírse y eso a veces, la cosa es que lean algo que les sirva a ustedes y a sus hijos también, bueno…
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