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No permitas que el amor te ciegue

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…Si acaso que te deje miope, o que te atonte un poquito, pero solo por un tiempecito!

Hola amiga, espero ya tengas listo tu cafecito para iniciar esta especie de charla,  en la que si bien, no estamos frente a frente, ni tenemos un dialogo verbal, pero si hay comunicación a través de la lectura?… Espero que sí!

  Hay una sentencia popular que dice: “El amor es ciego”… Pero las personas de otra época, como mi abuela, aseguraban que ‘‘el amor puede ser  miope… pero no ciego’’, aunque en honor a la verdad, cuando una se enamora, no cree, no acepta y no ve nada que vaya en contra del galán y eso, claro!, muchas veces puede ocasionarte más de un problema. 

  El amor es como un virus que se adueña de todo tu ser. Así como cuando te vas a resfriar y sientes que el virus avanza en tu cuerpo haciéndote sentir débil, cansada, y más… pues en forma más o menos parecida, el virus del amor hace lo mismo. Ataca a cualquiera indiscriminadamente, lo mismo a jóvenes que adultos e incluso a personas mucho mayores, lo mismo a hombres que a mujeres, y uno de los primeros síntomas, se dice, son esas “maripositas” que se sienten como revoloteando en el estómago.

  El amor es sin duda el sentimiento que todas y todos en algún momento dado, hemos sentido (y no me excluyo porque vaya que sí he estado enamorada alguna vez), nos transforma en los seres más tontos que habitan la Tierra. ¿Qué persona en estado normal, dibujaría corazones rojos, simbolizando la construcción de un gran amor? ¿Quién, sin estar enamorada, volaría a otra ciudad, solamente para estar con alguien por un tiempo?… Yo lo hice! Qué horror!

   En ocasiones el amor nos ciega de tal forma que no medimos los riesgos, perdemos nuestro sentido común, y hasta llegamos a ver por los ojos de la otra persona.

  Hace un tiempo leí una frase que me quedó grabada… “Las personas nos dicen quienes son, pero nosotras los ignoramos porque deseamos que sean como nosotras queremos que sean” y sé que es una gran verdad y más a la hora del amor.

  Es que esto de enamorarse y dejarse llevar por la pasión, es bien bonito. Es algo así como tener el más alto par de tacones sin que te lastimen, pero aun en medio del viaje de enamoramiento, es importante recordar que ese príncipe azul es un ser humano y no es perfecto.

  Por eso creo que cuando dicen que el amor es ciego, lo ideal sería cambiar el chip y creer que el amor debe ser miope, que nos nubla un poco la realidad, pero que tarde o temprano, debemos ver quién es esa persona que nos hace suspirar a media junta de trabajo porque nos mandó un mensajito que incluye un millón de besos. 

  La ceguera nos hace perder toda perspectiva de la realidad, mientras que la miopía nos la distorsiona nomás un poquito. ¿Cuándo distinguirlo? He ahí la cuestión. Yo tengo un método muy efectivo: Cuando siento que las aguas del amor ya me están llegando al cuello, les pido a mis amigas que la hagan de “oculistas” y me aterricen en la realidad. 

   A la hora de que nos enamoramos vemos todo en color rosa, hasta nos resulta atractivo el short todo roto con el que te vino a buscar el domingo por la tarde para ir a caminar a la playa, puede haberte mandado el más espectacular ramo de flores o, tal vez, se aventó la remodelación completa de tu departamento, pero eso no lo convierte en el correcto… 

  Otro motivo por el que nos cegamos es por la necesidad de no estar solas, y aquí quiero hacer una aclaración. Un hombre no te va a dar la felicidad, la felicidad está dentro de ti. Así que no aceptes al primero que se cruza en tu camino por el simple hecho de no estar sola, ese hombre para ti está en camino… Espéralo!

  Hasta la próxima y a disfrutar!

 

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