Nulo en políticas internacionales

Por: Dr. Humberto Caspa

   A la política internacional la entendemos principalmente a través de dos perspectivas internacionales.  Por una parte, la Realista y por la otra la Liberal.  Los países poderosos, como Estados Unidos, tienden a favorecer la perspectiva Realista, mientras que los países en desarrollo, especialmente los más débiles, se inclinan por el Liberalismo.

  El líder de Estados Unidos, por ser más importante del mundo, tiene que entender meticulosamente estas dos perspectivas.  Sus decisiones no sólo determinarían el destino del país, sino también del mundo.   Un error puede tener consecuencias mayúsculas, incluyendo una Tercera Guerra Mundial o una catástrofe humana: el Fin del Mundo.

    En una en la entrevista concedida por Anderson Cooper de la cadena CNN a principios de esta semana, Donald Trump hizo notar que no tiene idea sobre la política internacional.

   Sus conocimientos sobre el realismo, por ejemplo, son escasos.  Uno de los pilares de esta perspectiva sugiere que, si tomamos en cuenta a los Estados como sujetos de análisis, encontramos que “vivimos en un Estado de Naturaleza”.   Es decir, los países son racionales, esencialmente egoístas y conflictivos.  Por eso hay guerras en todas partes del mundo.  El conflicto Israel-Palestina lo explica esta teoría; lo mismo la ansiedad Rusa de incrementar su poder en Europa y el Medio Oriente.

   Donald Trump sugirió que los países, como Japón y Corea del Sur, deberían crear sus propias bombas atómicas para que se puedan defender de la amenaza de Corea del Norte.  Esta política, desde un punto del Realismo y del Liberalismo, implica acercar al mundo a los umbrales de una Tercera Guerra Mundial.

       En este sentido, Corea del Sur o Japón o Corea del norte o cualquier país con capacidad atómica tendría la opción de empezar una guerra nuclear.    Las potencias mundiales (Estados Unidos, Europa, Rusia y China) simplemente seguirían los pasos de países chicos y de menos experiencia.

   Por otra parte, en el mismo fórum del lunes, Trump dijo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una organización caduca.  “No tiene sentido inyectarle tanto dinero”, manifestó.  “Nosotros no nos beneficiamos en nada”.

  Así, Trump hizo notar que no tiene conocimiento de los elementos que conllevaron a la creación de esta organización internacional.  No sabe ni “j” de la importancia de su funcionamiento en un mundo.

   De no haber sido por la OTAN, el presidente ruso Vladimir Putin hubiese ordenado el bombardeo inmediato de Turquía en octubre del año pasado.  Después de firmar un pacto de alianza entre Putin y Bashar al-Assad, el presidente ruso decidió ayudar a su homólogo sirio por medio de bombardeos a territorio rebelde.

    Uno de los aviones rusos incursionó en el espacio de Turquía, entonces fue cuando la Fuerza Aérea turca lo detectó y lo derribó inmediatamente, causando el malestar de los rusos.  Putin se tragó su sed de venganza debido a que Turquía toma parte de la OTAN.

   Asimismo, de no haber sido por la OTAN, las fuerzas armadas rusas hubiesen empezado a invadir en territorio ucraniano, incluyendo en los ex satélites de la ex Unión Soviética.

     Ahora recién podemos explicar porque Putin habla maravillas de Trump.   La llegada del magnate de bienes raíces a la Casa Blanca implicaría el dominio de Putin en Europa y el Medio Oriente.

   Donald Trump es un tipo que no tiene aptitudes políticas para dirigir al país más importante del mundo.  Puede ser un empresario con talento, pero su entendimiento del mundo es tan pobre como sus conocimientos de la política interna de Estados Unidos.  Sus decisiones causarían calamidades humanas.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com