¡Hola amigas y amigos!, llegó la hora de saborear otra receta, como ya es costumbre, y en esta oportunidad… unos dulces buñuelos, ¿listos?, bueno pero antes les cuento un poco acerca de estos deliciosos buñuelos. Imprescindibles en la Navidad mexicana, especialmente en Oaxaca, donde el 28 de diciembre, durante la Noche de los Rábanos, es costumbre comerlos en una buñolería callejera y después quebrar en el piso el plato de barro en el que se sirvieron. Ahora sí, amigos empecemos con nuestra receta.
LO QUE NECESITAREMOS
1 lb. de Harina. // 8 Huevos.
1 cucharadita de manteca de cerdo.
1 cucharadita de polvo para hornear.
1 lb. de azúcar.
¼ de galón de aceite de maíz o de cártamo.
Canela en polvo.
MANOS A LA OBRA AMIGAS
1) Haz una fuente con la harina; agrega las yemas de los ocho huevos, la manteca y el polvo de hornear.
2) Amasa con la mano para formar una pasta suave; agrega un poco de agua endulzada; sigue amasando hasta que se despegue de las manos. Deja reposar media hora.
3) Haz pequeñas bolas con la masa en tu superficie de trabajo previamente enharinada y con el rodillo aplana cada bolita hasta que estén lo más planas posible. Para darle ese estirón extra al buñuelo colócalo sobre una cazuela (o un tazón) invertida y cubierta con una servilleta de manta; y estira el buñuelo por los bordes con mucha delicadeza. (El buñuelo debe quedar delgado, casi transparente).
4) Posteriormente, hay que freírlos hasta que se pongan dorados por ambos lados. Colócalos sobre una servilleta para que suelten la grasa y polvoréalos con el azúcar revuelto con la canela en polvo, también puedes servirlos con miel.
Y listo, amigos, a disfrutar de estos ricos y crujientes buñuelos…. ¡Buen Provecho!
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