Fuente: Isaias Alvarado
Dos mexicanos que trataban de cruzar ilegalmente por el mar californiano fueron sorprendidos por olas inusualmente altas y las bajas temperaturas registradas la madrugada del lunes. Su bote se hundió y ambos murieron en un hospital de San Diego.
La Patrulla Fronteriza informó que otro inmigrante indocumentado falleció en un hospital después de que, en un intento por cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos, su lancha naufragó el lunes por la madrugada frente a las costas de Imperial Beach, en San Diego.
La víctima ha sido identificada por las autoridades como un mexicano de 44 años. Falleció a las 4:03 pm del martes después de permanecer un día en condición grave, según un comunicado.
Antes de que muriera, la Patrulla Fronteriza se coordinó con el Consulado de México en San Diego “para que un miembro de la familia estuviera al lado del hombre” en sus últimas horas de vida. Esta persona visitó el hospital donde se encontraba el migrante y, finalmente, ayudó a identificar el cadáver.
La madrugada del lunes, unas horas después de que se hundiera el bote, perdió la vida un mexicano de 62 años. Las autoridades indicaron que estos decesos se debieron a las olas inusualmente altas y las bajas temperaturas que se registraban cuando naufragó la embarcación.
En total, siete indocumentados viajaban en el bote. Todos fueron puestos bajo custodia, incluyendo el coyote, un mexicano de 51 años. Él enfrenta cargos de tráfico de personas.
La lancha en la que navegaban fue vista cuando se dirigía hacia el norte del condado de San Diego alrededor de las 2:30 am de este lunes. Una vez que agentes federales acudieron al lugar vieron que el bote se había volcado debido al agresivo oleaje. En tierra, los oficiales asistieron a los dos migrantes que estaban en condición crítica, brindándoles reanimación cardiopulmonar hasta que llegaron los paramédicos.
“El tráfico marítimo de personas es extremadamente peligroso y los traficantes ponen énfasis en la ganancia monetaria sobre la seguridad de las víctimas”, advirtió el jefe de la Patrulla Fronteriza en el sector San Diego, Aaron Heitke. “Elogio a los involucrados que hicieron todo lo posible en un intento por salvar la vida de estas víctimas”, agregó el funcionario.
Hace cinco años, la mexicana Graciela López Franco perdió la vida tratando de cruzar ilegalmente por el mar de California. Algunos migrantes que viajaban con ella alegaron que la lancha fue impactada con dolo por una embarcación de la Patrulla Fronteriza. Se alegó que no se trató de un accidente, sino de un ataque directo por el cual falleció la mujer. Un juez exoneró a los tres oficiales que fueron señalados por este fatal incidente.
En la última década, las unidades marítimas de la Patrulla Fronteriza han arrestado a más de 5,000 personas que trataban de pasar ilegalmente hacia EEUU. Actualmente, los coyotes del mar recorren rutas cada vez más largas y peligrosas, viajando desde Ensenada (al sur de Tijuana) hasta las costas de Santa Bárbara, en viajes que toman varias horas.
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