Puede ser por gusto o por necesidad que algunas parejas deciden tener sólo un hijo/a; y por ese hecho se caracterizan por tener “extrema protección y mala educación”, pero… ¿es esto verdad o solo un mito?
Por Constanza Villeda
Hace poco me puse a recordar la historia de mi tía María Luisa. Para tener a su primer hijo sufrió mucho, su sangre rechazaba al bebé porque ella produce más anticuerpos que los demás, y tenía que inyectarse en el vientre. Nada más de imaginarlo me duele la panza. A pesar de las advertencias de los médicos y en contra de todo lo racional, volvió a embarazarse “No quiero que mi hijo sea único”, fue su razonamiento.
Y es que ella tenía muy en mente aquello de que “Hijo único: Extrema protección y mala educacion”, sin embargo, tal situación está cambiando.
HIJO ÚNICO… ¿BUENO O MALO?
Las amistades de mi hermana a menudo le dicen que le dé un hermano a su hija, pues los niños únicos se acostumbran a creer que el mundo se mueve al rededor de ellos y a su ritmo.
Algunas personas (me incluyo) opinan que el tener un solo hijo es algo inapropiado e incluso egoísta, pues el compartir debe formar parte de la vida de toda persona. Por tal motivo, yo sugiero a mis amigas a que tengan más de un hijo.
Mi amiga Flor me cuentó: “Mi marido y yo decidimos pararle después de Silvana. Aunque la queremos mucho, las noches sin dormir nos dejaban muy mal. Además, no concibo la idea de volver a dejar mi trabajo porque lo disfruto mucho. Sinceramente creo que con una hija estamos en condiciones de proporcionarle lo que estimamos importante, viajes, cultura, actividades y no hablemos de cariño y de tiempo”.
Esto puede ser cierto, sin embargo los expertos tienen una opinión muy distinta a la de Flor. Ellos afirman que los niños con hermanos y hermanas manejan una escala de valores más sólida.
Se ha comprobado que los hijos de familias reducidas y los hijos únicos, tienen más altos coeficientes intelectuales, seguramente por toda la atención que reciben durante su desarrollo. Pero eso no les evita la soledad si no se les anima a que se relacionen con otros niños de su edad.
La única forma de que un hijo único no necesite de hermanos, es que usted como padre, no pretenda sustituir a otros amiguitos de la edad de su hijo, sino que sepa cómo inducirlo para que se mezcle y relacione con otros niños.
Y una buena forma de lograrlo, es invitar seguido a sus amigos de la escuela a que vayan a jugar a casa, y mantenerse en estrecho contacto con familiares y amigos que tengan hijos de la misma edad.
FACTORES IMPORTANTES A SEGUIR
Para que el hijo único no se convierta en un rebelde, chillón y vanidoso sin causa, es necesario que los padres, aunque les cueste trabajo, le hagan ver que ustedes como adultos, tienen otros intereses y ocupaciones, para que no crea que es él o ella el centro del universo.
Cierto es que los niños necesitan que sus padres les dediquen tiempo; su madurez les dirá cuándo y cuánto. Algunos de los niños más felices que puedes ver tienen muy pocos bienes materiales; en cambio, cuentan con el amor de sus padres, con su dedicación. Eso es lo esencial.
Por otra parte, existe el peligro de que los hijos únicos desarrollen un exceso de ansiedad si están mucho tiempo entre adultos, y que se preocupen y ocupen de problemas adultos antes de que estén emocionalmente preparados para ello. Esto debe evitarse pues los niños no tienen por qué verse envueltos en temas adultos (utilización del dinero, muda de casa, tiempo libre de sus padres).
Para muchos los hermanos no son una bendición, como pensamos los adultos, sino un infierno; sólo empiezan a tomarles cariño cuando crecen.
Martha decidió tener un solo hijo porque ella había sido la hija pequeña de cuatro y sentía que se había perdido de muchas cosas. “Crecer en una gran familia tiene sus ventajas, pero también significa que tienes que perderte otras. Tengo una prima que es hija única y siempre tenía las cosas que yo quería y no podía tener. Ahora quiero que mi hija lo tenga todo. Además, no estoy dispuesta a retirarme de mi trabajo y volver a pasar los nueve meses de embarazo y los meses que les siguen”.
Al respecto, dicen los especialistas que cada vez más las parejas optarán por tener un solo hijo, pues las mujeres esperan más tiempo para ser madres, y están menos dispuestas a centrar sus vidas en la maternidad. Parece que los hijos únicos reciben lo mejor y lo peor de sus padres, el máximo de atención, pero también el máximo de tensión.
Lo más importante es que cada hijo sea deseado y amado por sí mismo y no por lo que pueda aportar a la estructura familiar o personal de mamá o papá.
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