Algunas veces es posible que los padres no puedan entender qué le está ocurriendo a su bebé, sobre todo los padres primerizos. Los bebés tienen sus buenas razones para llorar, pero ni los padres más experimentados pueden leerles la mente, y los bebés no pueden expresar con palabras lo que les pasa.
La situación se había vuelto incontrolable para los padres de Sofía, quien a pesar de ser una bebé de 6 semanas perfectamente saludable, se la pasaba llorando todo el tiempo.
“No pensaba hacer otra cosa más que correr a abrazarla cada vez que lloraba”, dice Karla, la madre de Sofía. “Yo la mecía, le daba palmaditas en la espalda y caminaba con ella, pero ella no dejaba de llorar”.
“Me preguntaba continuamente qué es lo que andaba mal con Sofía, porqué el llanto continuo e incontrolable”, señala Karla que al igual que su marido estaba muy alarmada.
La situación pudo haber continuado como un clásico caso de cólico, con los padres esforzándose a lo largo de meses de inquietud, frustración y cansancio hasta que la pequeña bebé sobrepasara los cólicos. Pero, afortunadamente, el médico de Sofía, Bruce Taubman, es uno de los pocos pediatras que sostienen que el cólico puede ser curado.
El doctor Taubman, autor del libro Why Is My Baby Crying? (¿Por qué está llorando mi bebé?) les pidió que durante tres días anotaran en un diario todo lo que la niña hacía y la forma cómo ellos reaccionaban.
Tras leer el diario, el doctor les llamó y les dijo que la bebé lloraba más antes de siestas y a la hora de dormir, y que, aparentemente, lloraba por cansancio.
Al parecer, Sofía estaba sobreestimulada por el movimiento al caminar y al mecerla. Taubman sugirió que Karla acostara a su hija en la cuna tan pronto pareciera estar cansada y que la dejara llorar unos cuantos minutos, en vez de abrazarla para que se durmiera. “Casi inmediatamente vimos los resultados”, dice Karla. “Mi hija respondió bien al cambio y su llanto se redujo. No puedo expresar cuán aliviados nos sentimos después de esto”.
Este enfoque innovador es un reto a la sabiduría convencional, la cual predica que el tiempo es el único remedio para uno de cada cinco bebés que tiene cólico. De acuerdo a la definición clásica, un bebé con cólico llora inconsolablemente sin razón por lo menos 3 horas al día, tres veces por semana, en cambio los que no sufren cólicos lloran unos 90 minutos por día.
“Es inquietante ver la frecuencia con que los pediatras afirman que el cólico es todavía un gran misterio y que no tenemos idea de qué hacer para controlarlo”, dice el doctor William Carey, profesor de pediatría de la escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania.
Hay diferentes teorías sobre la causa del cólico.
Algunos pediatras creen que el cólico es causado por dolor abdominal o por acumulación de gases. Pero también muchos médicos creen que el cólico tiene relación con el sistema nervioso del bebé todavía inmaduro.
Sin embargo, otros pediatras, como los doctores Carey y Taubman, piensan que existe un problema con la manera en que comúnmente se entiende el cólico. Ellos creen que llorar es casi siempre la manera que tiene el bebé de comunicarle a usted que algo le está pasando.
Aunque puede ser difícil para los padres determinar por qué llora el bebé, lo pueden lograr, especialmente si cuentan con la guía de un pediatra comprensivo. De esta manera, los padres pueden reducir en forma significativa la cantidad del tiempo que el bebé pasa llorando.
ENTENDIENDO EL LLANTO DEL BEBE
Todos los bebés lloran para expresar alguna de sus cinco necesidades básicas: Comer, dormir, chupar, estar abrazados y recibir estimulación.
“Los bebés con cólico tienen una predisposición temperamental para ser más sensitivos, más irritables y más intensos. Sus personalidades son muy decididas y lloran persistentemente cuando quieren algo”, explica Taubman.
Todos los primeros llantos son intentos de comunicación por parte del bebé, pero los que tienen cólico se desatan a llorar incontrolablemente si sus necesidades no son atendidas rápidamente.
Reaccionar a tiempo es lo más indicado
Para encontrar la solución al llanto inconsolable de un bebé es necesario descubrir lo que la criatura está tratando de comunicar algo.
“Lo que los padres deberían pensar cuando un bebé saludable llora y no deja de llorar, es: ¿Qué es lo que necesita ahora?, y no ¿Qué es lo que anda mal contigo?’’, sugiere Taubman.
Por ejemplo: Si su pequeño comienza a llorar, primero averigüe si tiene hambre y aliméntelo. Si eso no funciona y continúa llorando, ofrézcale un chupón para consolarlo. Si aún así no deja de llorar, tal vez esté muy mojado y necesite cambio de pañal o mejor aún, puede ser que un simple abrazo sea lo indicado para aplacar su malestar…
Ahora que sabe esto, entenderá que el llanto de su bebé es porque necesita algo, y no necesariamente porque algo le duele, así qué no se inquiete y antes de exclamar: Ay!, Dios mío, ¿qué tiene?, ¿por qué llora tanto mi bebé?, trate las opciones que le acabamos de mencionar y verá cómo el problema se resuelve.
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