Hola amiga, ¿Ya lista con tu cafecito para leer el tema de hoy?; Bien, Comencemos…
Aprender cómo lidiar con la gente que te agrede, que te provoca o incluso que te insulte puede resultar complicado, difícil y a veces hasta frustrante, pero definitivamente no es imposible.
Evaluar la situación, responder de manera apropiada y buscar ayuda cuando sea necesario y con la persona correcta te ayudarán a superar el hecho de recibir una provocación o un insulto.
Lo primero que tienes que hacer es evaluar la situación, Comprende que no se trata de ti. Las personas que provocan a otras son inseguras. Su comportamiento suele ser determinado por el miedo, y la necesidad de controlar una situación. Molestar, hacer chismes y estar pendiente de todo lo que hacen a las personas hace que se sientan poderosas.
Mantén la calma
Es importante mantener la calma cuando eres blanco de provocaciones, incluso si es tu instinto molestarte o llorar.
Las personas que provocan o insultan a otras suelen buscar una reacción. Pero tú mantén la calma y mantente estable. Cuando alguien te agreda, trata de respirar profundo varias veces antes de responderle.
Ten una acritud asertiva. Confía en ti, sé clara con quien no te agrede y sin ser grosera, pero utiliza un tono firme para poner límites.
Si tu compañero de trabajo constantemente te está provocando de una manera sexista, trata de decir “Tus provocaciones e insultos bordean el hostigamiento. Si esto vuelve a pasar, te reportaré de inmediato a nuestro supervisor” (cuando el supervisor no es de confiar busca asesoramiento).
Ignora. Algunas veces, la mejor respuesta a una provocación es ignorarla. Puedes fingir que no escuchaste o cambia totalmente de tema. Ignorar las provocaciones del agresor, en vez de reaccionar, evitará que se avive más el fuego.
No es bueno responder en el momento en que alguien nos molesta. Lo recomendable es tratar de ignorar y retirarse por unos minutos, antes de afrontar la situación y aclarar las cosas.
Reacciona con humor. Utilizar el humor para reaccionar a ser el blanco de provocaciones o chismes es una respuesta efectiva. El humor puede disipar una situación tensa, desarmar al agresor e incluso menoscabar la provocación. Por ello, trata de hacer una broma cuando alguien te moleste.
Trabaja tu autoestima. Tener una baja autoestima puede hacer que sea más difícil tratar con las provocaciones, ya sean mal intencionadas o no. Mejorar la autoestima requiere de tiempo, pero puedes hacerlo al utilizar actividades simples, como…
Darte elogios. Trata de verte al espejo todas las mañanas y menciónate un aspecto positivo de tu apariencia, como por ejemplo: “Tus ojos se ven muy brillantes y hermosos hoy”, etc.
Hacer una lista de tus fortalezas, tus logros y los aspectos que admiras de ti. Trata de mencionar al menos cinco aspectos…. Conserva la lista y léela a diario.
La última recomendación: Las provocaciones nunca son apropiadas bajo ninguna circunstancia y pueden ser muy hirientes, por lo que mi mejor recomendación es que ignores, y no te quedes ahí soportándolo, ¡defiéndete! Esto puede ser más difícil de lo que parece, pero si lo haces ¡te sentirás bien después! Si no estás convencida de que tienes el valor, piensa en lo que quieres decir y a quién se lo quieres decir cuando te estés defendiendo.
Y siempre analiza muy bien en quien confiarás, porque en todos lados está lleno de gente doble cara, así que ten cuidado!
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