fbpx
LOADING

Type to search

Resumen de la visita del Papa Francisco en Estados Unidos

Share
Comparte

Bebé vestida de Papa provoca sonrisa al Papa Francisco
Info7.com
La pequeña Quinn, le sacó una sonrisa al Papa en el desfile del sábado en Estados Unidos…

Daniel Madden tiene toda una historia que contar y también lo hará su hija cuando ella aprende a hablar .

Madden estaba en el desfile del Papa el sábado en el Ben Franklin Parkway con su esposa Dana y su hija Quinn quien iba vestida como el Papa.

Como Francisco dobló una esquina en su papamóvil , se rió cuando vio a la bebé Quinn .

El Pontífice besó a Quinn y le susurró a algo uno de sus guardias de seguridad, quien transmitió el mensaje del Papa.

” Le dijo a su guardia de seguridad que nos diga que tenemos un gran sentido del humor “, dijo Madden.

 

 

 

En Filadelfia, el papa Francisco se bajó de su auto para saludar a un chico con parálisis cerebral

Al llegar desde Nueva York, el pontífice se subió al Fiat 500 para salir del aeropuerto, pero él pidió frenar el auto para besar la frente de Michael Keating, de diez años.

Recién llegado a Filadelfia, esta mañana, el papa Francisco se subió al Fiat 500 que lo acompaña en su viaje por Estados Unidos para salir del aeropuerto. Pero en un momento lo hizo frenar para bajarse y besar la frente de un chico con parálisis cerebral, sacándole una sonrisa al pequeño de 10 años.

Francisco al parecer vio a Michael Keating cuando era trasladado fuera del aeropuerto en su conocido Fiat. Pidió detener el vehículo y caminó hacia el niño, puso la mano sobre su cabeza y le dio un beso mientras su madre sollozaba.

Su madre, Kristin Keating, largó en llanto y le agradeció al pontífice, quien la tomó de la mano. Francisco también estrechó la mano del esposo de Kristin, Chuck Keating, director de la banda musical de la escuela secundaria Bishop Shanahan High School en Downingtown. La banda tocó para Francisco mientras él llegaba a Filadelfia para la tercera y última escala de su visita de seis días a Estados Unidos.

“Fue una sensación increíble”, dijo Kristin Keating sobre el encuentro con el papa, y agregó que se sintió “completamente bendecida y amada” por el pontífice.
Además de parálisis cerebral, su hijo tiene una profunda discapacidad intelectual, así como problemas de vista y audición, y no puede hacer nada por sí mismo. Se comunica con gemidos y gritos.

Michael, quien se despertó a las 2.15 de la mañana para el viaje a Filadelfia, había estado inquieto a lo largo de la mañana, pero parecía calmado frente al Papa.

“Cuando el papa retiró su mano, tenía una especie de sonrisa en el rostro. Para mí, en ese momento, debe haber sentido esa bendición”, dijo Kristin Keating, profesora de cuarto grado de Elverson.

“Para nosotros fue hermoso -agregó-. Para nosotros significó algo”.

Francisco bendijo después a varios niños discapacitados en una misa en la Basílica de San Pedro y San Pablo.

El Papa Francisco se despide de Estados Unidos

Univisión


El papa Francisco se despidió la noche del domingo de Estados Unidos, tras una histórica visita de seis días, y puso rumbo a Roma. A las 19:46 hora local, el pontífice abandonó el país a bordo de un avión de la compañía American Airlines, tras ser despedido en el Aeropuerto Internacional de Filadelfia por el vicepresidente, Joe Biden.
Al frente de la comitiva de despedida, el vicepresidente acompañó al Papa hasta la escalerilla del avión, a la que se accedía por una alfombra roja.
En el Hangar Uno de las instalaciones aeroportuarias, el papa asistió a una ceremonia de despedida en la que se dirigió en inglés a unos 500 miembros del VIII Encuentro Mundial de las Familias que clausuró en Filadelfia.
En su intervención, el santo padre pidió a Biden, con quien mantuvo una reunión privada, que trasladara su “gratitud” al presidente, Barack Obama, y concluyó con un “God bless America” (“Dios bendiga a América”).
También dio las gracias a los organizadores de su visita, al afirmar que sus “días con ustedes han sido breves, pero han sido días de gran gracia para mí y rezo por ustedes también”.

Francisco partió hacia Roma un par de horas después de oficiar una misa en Filadelfia para poner fin al VIII Encuentro Mundial de las Familias, que congregó en la céntrica avenida de Benjamin Franklin Parkway a centenares de miles de personas.
“La fe crece con la práctica y es plasmada por el amor. Por eso, nuestras familias, nuestros hogares, son verdaderas iglesias domésticas. Es el lugar propio donde la fe se hace vida y la vida se hace fe”, señaló el pontífice en la multitudinaria misa.
Durante el recorrido en el papamóvil, el pontífice saludó al público que aplaudió, gritó, cantó y ondeó banderas en su camino hacia la avenida Benjamin Franklin Parkway, y rumbo al altar al pie las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia, adornado con un enorme crucifijo de fondo.
En la misa, Francisco se despidió con una advertencia sobre el “desafío urgente” que plantea la protección del medio ambiente, la “casa común”.
“El desafío urgente de proteger nuestra casa -subrayó- incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda del desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”.

La misa fue un vibrante cuadro de oro, verde y blanco iluminado por el sol de la tarde otoñal. Fue el último evento en la agenda de Francisco, antes de que el pontífice de 78 años regresara a Roma.
Fue su primera participación en este tipo de acontecimientos, instituidos por el papa Juan Pablo II y la cita en torno a la cual que, según informó el Vaticano en repetidas ocasiones, se organizó el viaje del papa Francisco a Estados Unidos.

“La fe crece con la práctica y es plasmada por el amor. Por eso, nuestras familias, nuestros hogares, son verdaderas iglesias domésticas. Es el lugar propio donde la fe se hace vida y la vida se hace fe”, señaló Bergoglio.
Luego de la misa y con una sonrisa, Francisco solicitó: “Les pido que recen por mí. No me olviden”.
Francisco dijo en su homilía de misa que todos deben mantenerse abiertos a los milagros del amor por el bien de las familias alrededor del mundo.
June Bounds, de 56 años y nativa de Rochester, Nueva York, observó al lado de otros fieles una pantalla gigante instalada en la Alcaldía, a unas cuadras de distancia, antes de cerrar los ojos y las lágrimas comenzaran a rodar por sus mejillas mientras iniciaba la ceremonia.
“Es sobrecogedor”, reconoció. “Sientes que eres uno con los demás, ya sea aquí, en casa o en cualquier parte del mundo”.
Sobre el papa, dijo: “Ha traído tanta alegría y al espíritu santo a Estados Unidos. No importa si eres o no católico; solo intenta unir a todos por un mundo mejor”.

Papa agradece a organizaciones
Tras la multitudinaria misa, el papa Francisco expresó su gratitud a unos 400 líderes, seguidores y voluntarios del Encuentro Mundial de Familias que ayudaron a la organización de su viaje a Filadelfia.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden y su esposa, la doctora Jill Biden, fueron algunos de los presentes en el aeropuerto para despedir a pontífice mientras se alistaba a abordar el avión que lo llevará de regreso a Roma.
Francisco agradeció en inglés a los líderes eclesiásticos y demás personas en Washington y Nueva York por su trabajo para organizar su viaje. El pontífice señaló que sus “días con ustedes se me han hecho cortos, pero han sido para mí días de mucha gracia y pido al Señor que también lo hayan sido para ustedes”.
Los organizadores predijeron cerca de un millón de personas, aunque existía el temor de que los fuertes operativos de seguridad que incluía procedimientos similares a los utilizados en aeropuertos, barricadas y calles cerradas, hubiera ahuyentado a algunos de los que planeaban asistir.
Rumbo a la misa, Francisco descendió del papamóvil para ver una obra de arte de particular interés para él: Al interior de la gruta en la parte externa de la catedral de Filadelfia había 30,000 moños anudados, cada uno representando una penuria personal o un desafío social.
La exhibición fue montada en honor a uno de los cuadros predilectos del pontífice: “María, la que Desata los Nudos”, en la que se observa a María deshaciendo nudos que representan las dificultades de la vida. La pintura está en una iglesia alemana, en donde el entonces reverendo Jorge Mario Bergoglio la vio por primera vez durante su época estudiantil a mediados de la década de 1980.

La misa fue un vibrante cuadro de oro, verde y blanco iluminado por el sol de la tarde otoñal. Fue el último evento en la agenda de Francisco, antes de que el pontífice de 78 años regresara a Roma.
Fue su primera participación en este tipo de acontecimientos, instituidos por el papa Juan Pablo II y la cita en torno a la cual que, según informó el Vaticano en repetidas ocasiones, se organizó el viaje del papa Francisco a Estados Unidos.

Comparte
WordPress Appliance - Powered by TurnKey Linux