Patearse uno mismo la cabeza podrá sonar estúpido para la mayoría, pero también es extremadamente difícil, y requiere una flexibilidad y estabilidad extrema. Pusakr, un joven nepalés, pasó los últimos ocho meses desarrollando su propia técnica patea-cabezas, EN SERIO…!, que requiere doblar la parte de superior de su cuerpo en un ángulo de casi 90 grados, y utilizar los dos pies para aporrear su cabeza mientras mantiene el equilibrio. Uno de los testigos dijo que estaba tan asombrado por su velocidad, que tuvo que mirarlo luego en cámara lenta para poder contar con precisión el número de patadas.
Por si se lo estaban preguntando, el desafío constó en darse a sí mismo 134 patadas en un minuto… Y lo logró, hoy está en libro Guinness de los récords Mundiales
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